El arranque de la campaña de vacunación el pasado mes de diciembre marcó un punto de inflexión en la pandemia de covid y su evolución. La forma de comportarse los contagios y las hospitalizaciones en la provincia de Castellón son una clara muestra de ello.

Aunque las restricciones y la forma de vivir sean un tanto semejantes entre ahora y el pasado mes de noviembre, la situación epidemiológica refleja un notable contraste con el factor diferenciador de la inmunización sobre la mesa. 

Durante el penúltimo mes del año pasado, como antesala de la devastadora tercera ola, se contagiaron 4.583 personas en el territorio provincial, según los datos publicados diariamente por la Conselleria de Sanitat. El pico máximo de personas ingresadas en los centros hospitalarios de Castellón se alcanzó el 18 de noviembre, con 148 personas, mientras que en las Unidades de Cuidados Intensivos llegó unos días después, cuando el último día del mes se contabilizaron 30 pacientes en estado crítico. Entonces las personas vacunadas eran cero.

Ahora, la quinta ola, también apodada ola joven por su especial incidencia en este colectivo de la población, supera en contagios al rebrote del mes de noviembre. Solo los positivos contados durante un mes, entre el 12 de julio y ayer 12 de agosto, son 7.259, lo que representa un incremento del 58% en la comparación entre ambos periodos. En cambio, el pico máximo de hospitalizados, por ahora, se produjo el pasado día 2 de agosto, cuando habían 87 personas ingresadas, siendo también el momento de máxima presión en las UCI, con una veintena de pacientes internados. Una caída de un tercio en la ocupación en las camas para las personas en un estado de mayor gravedad que ha sido motivada en gran parte por los 266.477 castellonenses que contaban ya con la pauta completa de vacunación a mitad del pasado mes de julio.

Las cifras a nivel autonómico tampoco dejan lugar a dudas, pues en la Comunitat Valenciana la reducción de la presión en las UCI se queda en el 62%, con 299 personas en noviembre y 115 a principios de agosto.

Menos graves

Otra diferencia entre ambas olas de covid es la gravedad de los síntomas. El presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública, Juan Navarro, asegura que todo ello se debe al «efecto evidente de la vacuna. Eso es innegable. Muchas enfermedades que hubieran sido graves, han tenido efectos leves y muchas han pasado incluso desapercibidas». Una cuestión que también se ve en los hospitales, donde los síntomas ahora resultan de menor gravedad.

Mientras, la campaña de inmunización continúa avanzando y la población con la pauta completa de vacunación frente al coronavirus alcanza ya el 61% de los castellonenses, con 357.305 personas con ambas dosis o una en el caso de Janssen y aquellas que hayan pasado el covid-19. 

Con información de V. Salinas.