Las mujeres víctimas de violencia de género que tienen hijos a su cargo se han disparado en el último año en Castellón. Así lo evidencian las estadísticas del Ministerio del Interior, al pasar de 360 casos a 641. Como señalan los expertos en la materia, si el maltrato machista, ya sea físico o psicológico, produce un sufrimiento extremo en la víctima, la situación se recrudece cuando hay menores de por medio que son testigos, directos o indirectos, de la violencia contra sus madres en sus casas, el lugar que, a priori, debería hacerles sentir seguros.

Aunque no existe una explicación real a este fenómeno, fuentes policiales consultadas apuntan a un posible repunte de los casos tras la crisis sanitaria del coronavirus, que durante los peores momentos dejó a cientos de mujeres maltratadas confinadas con sus agresores. Concluidos los confinamientos, muchas de ellas habrían decidido poner fin a su calvario personal y también al de sus hijos.

Recién estrenado protocolo

Esta semana ha entrado en vigor el último protocolo establecido para intentar identificar casos de violencia de género, aun cuando la víctima los oculta y no quiere presentar denuncia --una circunstancia que, por desgracia, todavía es habitual por miedo--. Se trata de una de las 15 medidas anunciadas el pasado día 27 de julio por la ministra de Igualdad, Irene Montero, tras incrementarse los asesinatos machistas al finalizar el último estado de alarma en España.

Entre otras cosas, los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil deberán ahora fijarse en si la mujer tiene marcas en el cuello, presenta posibles cuadros depresivos o también en si hay daños materiales cuando acuden comisionados a un domicilio --muchas veces por la alerta vecinal--.

Comparativa poblacional

En la provincia, el sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género tiene contabilizados 8.789 víctimas. En términos poblacionales y para acercar un poco más la magnitud de este drama puede establecerse la siguiente comparativa: esa cifra de mujeres maltratadas en Castellón equivale prácticamente a la población de Segorbe --según el Instituto Nacional de Estadística es este año de 9.097 habitantes--. 

Proyecto piloto

La presidenta de la Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Agentes y Promotoras de Igualdad de Oportunidades (FEPAIO) y secretaria de la Asociación por la Igualdad de Género de Castellón, Ana Julián, insiste en la necesidad de implementar políticas públicas de igualdad, actuar en prevención y educar en valores. «Es prioritario proteger a las víctimas, pero el objetivo no puede ser solo ese. El curso pasado pusimos en marcha un proyecto piloto con la Conselleria de Educación que se implementó en 15 centros de la Comunitat (entre ellos, en Burriana y Benicarló) con un equipo motor con alumnos, profesores y familias para crecer en una cultura de paz con perspectiva de género. También había un equipo de revisión de documentación escolar para que toda la normativa interna siguiera esas pautas», cuenta Julián.

La agente de igualdad alerta de que la violencia machista entre los más jóvenes va «in crescendo» en la provincia y que los contenidos y los referentes educativos son «los de siempre». «Las mujeres estamos continuamente devaluadas. Hay que aprender que no existen putas, ni prostitutas, sino mujeres que son prostituidas, víctimas de trata», recuerda.

Afavir

Desde la asociación Afavir, creada por los familiares de Rocío López --castellonense asesinada por su expareja a los 25 años--, inciden en que las circunstancias derivadas de la pandemia han fomentado la violencia machista. «El covid-19 ha recrudecido la violencia de género porque se han reducido los servicios y las libertades», afirma Lucila Agredano. Además, sostiene que esta lacra precisa de un cambio educativo en profundidad. «Llevamos once años reclamando una asignatura troncal que se imparta en todas las comunidades autónomas porque en esta materia se han hecho muchos avances, pero queda demostrado que no son suficientes», asevera.