Los incendios son uno de los fenómenos naturales más perniciosos para el medio ambiente. Un ejemplo flagrante es el reciente incendio forestal en el municipio castellonense de Azuébar, donde se han carbonizado 500 hectáreas de masa forestal. A este respecto, el informe del 2014 de World Wildlife Fund (WWF) es tajante: "Un gran incendio (...) provoca una serie de perturbaciones sobre el ecosistema que pueden ser incluso irreversibles si el suelo resultado dañado y se desencadenan procesos erosivos".

El impacto de las llamas sobre el terreno depende de un conjunto de factores. El régimen del fuego (intensidad, tipo de fuego, recurrencia de fuegos en una determinada zona), tipo de vegetación, climatología tras el incendio, topografía de la zona quemada, el suelo o el régimen de usos y aprovechamientos posteriores al incendios son las variables esenciales para dictaminar su crudeza.

La vegetación, como esclarece el informe, ejerce un rol fundamental en la reducción del riesgo erosivo e hidrológico a corto y medio plazo tras un incendio. El grueso de los ecosistemas forestales españoles posee cierta facultad de adaptación a las llamas. Sin embargo, existen algunas especies incapaces de subsistir tras un incendio; y son erradicadas, al menos, temporalmente: son las sabinas y el pino negro.

Tiempo de recuperación

En caso de darse esta recuperación, un bosque de pinos tardará entre 10 y 15 años en mostrar un arbolado adulto. Un encinar o un alcornocal lo hará a los 40 o 50 años. No obstante, para que estos bosques se consideren maduros debe trascurrir aproximadamente entre el doble o el tripe en cada caso.

Restauración y reforestación

Se confunden con frecuencia los términos "restaurar" y "reforestar" o "repoblar". La repoblación es una técnica efectiva de restauración forestal que busca restablecer una cubierta vegetal consistente y madura allí donde se ha perdido. Ahora bien, la recuperación de un ecosistema incendio abarca mucho más que plantar árboles. "En ocasiones, ni siquiera es necesario", puntualiza el informe. Existe un alto porcentaje de zonas incendiadas donde la regeneración natural funciona, de modo que plantar no está justificado.

Como explica R. Serrada en Análisis del contexto de la restauración de sistemas forestales afectados por incendios, "la restauración de sistemas forestales afectados por incendios se entiende como el conjunto de actividades orientadas a recuperar las funciones del monte incendiado a corto plazo y a restablecer la estructura perdida a largo plazo".

Siete principios de la restauración

  1. Planificación de la restauración.
  2. Reconstrucción social.
  3. Diagnóstico del ecosistema afectado.
  4. Medidas disuasorias.
  5. Diseño y ejecución de las actuaciones de emergencia.
  6. Recuperación de la masa forestal.
  7. Mantenimiento, seguimiento y evaluación.