El perfil del turista que acude a Castellón es fundamentalmente nacional. Gracias a ello, el impacto del coronavirus en el sector ha sido menor que en otras zonas más consolidadas de la Comunitat y de España. El visitante doméstico se ha convertido en una pieza codiciada para los empresarios ante las limitaciones a viajar entre países, aunque los empresarios de la provincia ponen fecha de caducidad a esta tendencia.

Las campañas de promoción, antes de la pandemia, incidían en la necesidad de captar a más gente del extranjero, con el aeropuerto como herramienta básica, y este debe ser el camino a seguir dentro de unos meses, cuando se espera que el virus deje de paralizar al mundo. El vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí, afirma que en el sector «hay que poner las luces largas, porque los mercados no esperan y la competencia es muy grande». Por esta razón, «cuando se acabe este verano hay que empezar a retomar los planes pospuestos por la pandemia».

Según Martí, los negocios turísticos de la provincia «no se pueden sostener solo con el mercado interno», debido a su capacidad para alargar las temporadas. «Además, el gasto medio es superior al del cliente nacional», añade, ya que suelen tener estancias más largas para sacar el mayor provecho del desplazamiento en avión.

El año 2019 acabó con un porcentaje de turistas extranjeros del 20,03%. De los casi dos millones de visitantes que recibió Castellón en el año precovid, 381.000 llegaron desde otros países. Una proporción muy baja en comparación con potencias como Benidorm o Mallorca, pero que reflejan una evolución positiva. 

Fuerte caída

El pasado año cayeron todos los indicadores y el número total de turistas se quedó en menos de 785.000, con una cuota foránea del 14,5%. Los datos ya disponibles del 2021 todavía son más bajos, del 12,4%. Para el presidente de Altur-Hosbec, Alexis de Pablo, «hay que equilibrar más la balanza entre turistas españoles y extranjeros, un objetivo que quedó paralizado y que también ha quedado afectado por la ausencia de grandes eventos como el FIB y otros festivales», que ya eran citas fijas en el calendario estival.

Aeropuerto

Para retomar el eterno deseo de sumar a más visitantes internacionales, que a su vez animen a emprender nuevas inversiones, el presidente de Altur incide en el papel del aeropuerto. «Queremos ver cuándo se retoman las rutas suspendidas o aquellas que siguen sin tener una fecha clara para volver», comenta. En estos momentos la estrategia de Aerocas es la de difundir sus dos rutas nacionales. Esta semana se realizó una campaña de promoción en Sevilla, que a partir del 28 de julio tendrá dos enlaces semanales hasta el 3 de septiembre, y que tendrá una continuidad en los dos años siguientes.

La primera experiencia de este tipo fue la de la conexión con Bilbao, que tuvo una buena acogida el pasado año y a la que se ha dado continuidad. Una estrategia que surgió por los efectos del covid. La pretensión inicial era que la ruta enlazara con la ciudad francesa de Marsella. Algo a retomar cuando se vuelva a la normalidad. 

Interés por países cercanos y evitar los monocultivos

El británico es, con diferencia, el principal mercado emisor de turistas a la Comunitat, aunque este peso se centra de forma muy acusada en la provincia de Alicante. «En Castellón dominan los franceses, y en Valencia hay un número muy elevado de italianos», comenta Luis Martí. En el 2019 el 28,53% de los turistas extranjeros de Castellón acudieron desde el país vecino, gracias a que pueden desplazarse en su propio vehículo, mientras que la segunda plaza está ocupada por los alemanes, con el 11,35%. Los británicos son los terceros.

A la hora de captar a gente de otros países para conocer los alicientes de Castellón, Martí destaca la importancia histórica de Francia, y la oportunidad «de destinos cercanos, como Portugal». Otras opciones son Italia, que comparte la cultura mediterránea, «y los Países Bajos y países nórdicos, que pueden funcionar muy bien», comenta.

Para Alexis de Pablo, también es Francia el mercado preferente, y añade el caso de Austria, que en años pasados fue objeto de operativos de turismo sénior por la provincia y que tiene pendiente retomar una línea en el aeropuerto de Castellón.

En lo que coinciden los representantes del sector es en la importancia de tener un turismo diversificado. El monocultivo de visitantes británicos en el sur de la Comunitat pone en jaque a las empresas, ya que a la falta de una plena reactivación de los viajes se une la condición del Reino Unido como país extracomunitario y la ya casi eterna incertidumbre por el brexit.