Con cerca del 60% de las plazas hoteleras cerradas, la costa de Castellón se quedó en el 2020 muy lejos del movimiento registrado en los años precedentes. Algo que supieron aprovechar los destinos de interior, que vivieron uno de los mejores veranos de todos los tiempos. A su favor estaba la posibilidad de alojarse en una casa rural, aislados de la masificación que suele asociarse al litoral. Fue un boom que se mantuvo también en la recta final del año, momento del calendario que tradicionalmente funciona muy bien en este modelo turístico.

Transcurrido un año, y pese a que existía el miedo de que muchos de esos nuevos visitantes del interior volvieran a la costa, los responsables de organizaciones empresariales ubicadas en este entorno señalan que este 2021 se mueve en cifras idénticas a las del pasado año. El presidente del club de producto turístico de interior Temps, el hotelero de Cinctorres Joaquín Deusdad, señala que tanto en julio como agosto «tenemos ocupaciones muy cercanas al 100%, algo que también se detecta en la actividad de la hostelería». Como nota negativa, destacó la dificultad que se ha presentado a los negocios del interior para reclutar al personal suficiente. «En algunos casos se han tenido que limitar el horario por la acuciante escasez de mano de obra». Algo que quiere tratar próximamente con responsables de la Generalitat. «La falta de trabajadores es otra de las consecuencias de la despoblación en estas comarcas», añadió.

Vuelve el bono

En lo que respecta a septiembre, las proyecciones son muy positivas, «puesto que el día 15 se retoma la actividad del bono turístico de la Comunitat», que ha tenido un buen funcionamiento para este segmento. Conviene recordar que un porcentaje de turistas muy elevado es de proximidad, con lo que tienen más a mano hacer uso de esta iniciativa.

En cuanto a la procedencia de los visitantes, Deusdad comentó el predominio de la gente de la propia Comunitat, aunque en estas semanas también se han hecho notar personas de otros lugares, como Cataluña o Aragón.

El presidente de la asociación empresarial de Morella (Asetmico), Javi Tena, valoró que tanto en julio como en agosto «los alojamientos han estado completos en casi todo momento, y también en bares y restaurantes». De esta forma, el incremento en el número de visitantes del pasado año se consolida en esta temporada.

Los últimos datos disponibles de Turisme Comunitat Valenciana exponen que el interior de Castellón registró en los seis primeros meses de este año un total de 79.591 pernoctaciones, lo que supone un 90% más que en el mismo periodo del 2020. En cuanto al verano, Daniel Adell, del hotel Rey Don Jaime de Morella, apunta a un aumento del 20% respecto al periodo estival anterior.