Hay algo más seguro que pasar las vacaciones a bordo de un velero? La pandemia se ha convertido en una aliada inesperada de las actividades náuticas y en Castellón este verano el negocio va viento en popa. Mientras otros sectores cruzan los dedos para volver cuanto antes a los niveles del 2019, la náutica va a cerrar la temporada con las mejores cifras en años. «Llevo una década al frente del Club Náutico de Orpesa y no recuerdo un verano de tanta actividad», resume Arturo Peña, presidente de una entidad que supera los 700 socios. Y en Castelló, Alcossebre o Vinaròs la sensación es también de optimismo total. 

El turismo náutico está en la cresta de la ola y hay varios indicadores que confirman el momento dulce que vive el sector. El primero es la venta de nuevas embarcaciones. De enero a julio de este año se han matriculado en la provincia 68 barcos de recreo, un 65,85% más que en el mismo periodo del 2020, según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) a partir de datos de la Dirección General de Marina Mercante. El segundo es el consumo de carburantes que en algunos puertos de Castellón se ha incrementado este verano casi un 50%. «La recuperación es un hecho y la muestra más palpable es que la venta de combustible para embarcaciones se ha disparado. Este verano las cifras rondan los 6.000 litros a la semana, mientras que el año pasado eran unos 4.000», apunta Andoni López de Arbina, coordinador técnico del Real Club Náutico (RCN) de Castelló.  

A los puertos de Castelló y Orpesa, las cosas les van viento en popa y al de Las Fuentes, en Alcossebre, le ocurre exactamente lo mismo. «Este verano ha había muchísimo movimiento e incluso ha habido días que hemos estado a punto de cerrar las instalaciones porque no cabía ni una sola embarcación más», describe su gerente, Vicente Bellés, que habla de ocupaciones que superan incluso el 90%. «Para un puerto una ocupación del 100% es prácticamente imposible, dado que es muy difícil que el espacio que tengas libre se adapte a la eslora de las embarcaciones que entran en el recinto. Por eso las cifras de este año son excelentes», añade Bellés. 

La seguridad como bandera

Pero, ¿a qué se debe este renovado interés por las actividades náuticas? Para todas las fuentes consultadas una de las claves está en el concepto de ocio seguro. «En una embarcación uno puede disfrutar lejos de aglomeraciones, sin apenas contactos y eso, sin duda, es uno de los grandes factores que influyen en el enorme éxito del sector náutico, al igual que le ocurre a las autocaravanas», argumenta el coordinador del RCN de Castelló, con 340 socios y 275 amarres. «La adquisición de barcos, sobre todo segunda mano, ha ido claramente al alza, y este año hemos recuperado socios que tiempo atrás se dieron de baja», explica. 

Otra de las claves que explica el optimismo que reina en los puertos deportivos de la provincia es el auge del turismo nacional. «Hay muchos propietarios de embarcaciones que otros veranos salían al extranjero. Este año todos se han quedado aquí y eso ha impulsado la actividad en el club náutico», Arturo Peña, que describe que el grueso de los socios son nacionales. «Este verano hemos tenido algún cliente francés, pero la inmensa mayoría de los turistas que han pasado por nuestras instalaciones son españoles», destaca.

Hasta hace muy poco tiempo, el sector de la náutica vivía de un cliente con unas señas de identidad claras: alto poder adquisitivo (el coste y mantenimiento de una embarcación de recreo no está al alcance de todos), propietario y también de amarre en su destino de vacaciones. Sin embargo, la actividad se ha democratizado y muchos de los que se acercan a la náutica lo hacen a través del alquiler.  

La náutica toma impulso en Castellón y las perspectivas solo pueden mejorar. Este año el crecimiento ha sido sostenido casi en exclusiva por clientes nacionales y destinos locales. Y todo apunta a que conforme se abran las fronteras, el turismo internacional mejorará aún más las cifras.