La Conselleria de Agricultura ya tiene claro en qué zonas de Castellón hay que aplicar el insecticida Metil Clorpirifos, un producto prohibido por la Unión Europea (UE) y ahora autorizado de manera excepcional por el Gobierno para combatir el cotonet, una plaga que avanza sin control por los campos de cítricos de la provincia y que la próxima campaña provocará pérdidas millonarias en el sector. De las 2.200 hectáreas en las que la Generalitat calcula que se podrá actuar con este plaguicida, 1.460 están en Castellón, una superficie equivalente a unos 2.000 campos de fútbol. De esa cifra, 920 hectáreas se sitúan en la comarca de la Plana Baixa (la más damnificada en todo el territorio valenciano) y otras 660 en la Plana Alta. En el Camp de Morvedre, en Valencia, hay hasta 660 hectáreas altamente afectadas, mientras que l’Horta Nord son 100.

Este plan de choque, autorizado por el Ministerio de manera excepcional ante la gravedad de la afección del cotonet, se desarrollará del 30 de agosto al 27 de diciembre y, tal y como publicó Mediterráneo, solo se aplicará en aquellas parcelas con un porcentaje de daños en la fruta a causa de la plaga superior al 60%. Los agricultores pueden acogerse al plan de manera voluntaria y también podrán hacerlo aquellos cuyas fincas se encuentren fuera de las cuatro comarcas valencianas más dañadas por la plaga. Eso sí, siempre que los daños superen el 60% de la superficie de la parcela. «El agricultor solo tiene que ponerse en contacto con la Conselleria a través de un sencillo formulario que estará disponible en los próximos días. Si cumple los requisitos, los técnicos de la empresa Tragsa irán y realizarán el tratamiento», explicó ayer Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura.

Ayudas para el productor

La Conselleria destinará 1,7 millones de euros al tratamiento pero será el agricultor el que pague de su bolsillo tirar la fruta afectada al suelo o recogerla y trasladarla a un vertedero autorizado, ya que una de las condiciones de la autorización es que las naranjas y mandarinas infectadas de cotonet no pueden ser destinadas al consumo humano y animal. «El agricultor decidirá el cómo y el cuándo. Habrá quien opte por recolectar y comercializar primero el 40% de la fruta no afectada por la plaga y, luego, tratar la finca con Metil Clorpifiros», apuntó el propio Llanos quien insistió en que, en lo que va de año, Agricultura ha destinado más de 5 millones de euros a luchar contra esta plaga.

Para compensar los gastos que pueda ocasionar la retirada de la fruta dañada y paliar las pérdidas económicas, la Conselleria está estudiando una línea de ayudas a los productores más afectados, aunque todavía está por decidir la cuantía destinada y las condiciones que habrá que cumplir para acogerse a la subvención.

Desde la Unió de Llauradors pusieron de manifiesto que si no se habilitan ayudas, a muchos agricultores realizar el tratamiento no les compensará. «El plan va a contribuir a combatir la plaga, pero lo ideal es que la Administración se haga cargo de todo el proceso», manifestó su secretario general, Carles Peris, quien aseguró que las parcelas donde se hará el tratamiento «son pocas».