Llevan diez años en el mercado, pero su presencia en las calles y carreteras de Castellón sigue siendo testimonial. La matriculación de automóviles eléctricos apenas supone el 5% de las ventas totales en la provincia y eso que en lo que va de año las cifras se han disparado por encima del 200%. Uno de los grandes inconvenientes es la ausencia de infraestructuras públicas de recarga. La provincia solo dispone de 150 puntos, y de ellos una docena son rápidos o de alta capacidad. Para acometer el cambio de modelo diseñado por la Unión Europea (UE) para 2035, cuando solo se permitirá la venta de vehículos eléctricos, la infraestructura en los próximos nueve años tiene que multiplicarse por 25, hasta alcanzar la cifra de 3.720 puntos de recarga públicos.

Desde ahora y hasta 2030, Castellón necesita instalar más de 3.500 electrolineras y la cifra forma parte de un estudio elaborado por la patronal de fabricantes de automóviles (Anfac) y la de concesionarios (Faconauto), en base a las estimaciones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). El informe detalla también que solamente la AP-7 deberá acoger 20 puntos de recarga públicos, en este caso de más de 250 kW (carga ultrarrápida). 

Para establecer el indicador sobre los puntos necesarios y su distribución (en el conjunto de la Comunitat serán necesarias 31.200 electrolineras), las dos patronales parten de la previsión de cuota de parque de vehículos electrificados en la provincia hasta 2030, la cuota de población motorizable y la cuota de PIB provincial. Con esas variables, las dos asociaciones establecen para Castellón una red mínima de 740 puntos de recarga en 2023, una cifra que debe ascender a 1.188 en el año 2025 para llegar a los 3.720 en 2030.  

Objetivos exigentes

«El sector del motor tiene un fuerte compromiso con la descarbonización y ya está poniendo en el mercado  una amplia oferta de vehículos electrificados. Pero nos enfrentamos a unos cada vez más exigentes objetivos en materia de reducción de emisiones y es necesario establecer herramientas a la altura que aceleren la transición», dicen desde la asociación nacional de fabricantes de automóviles. 

Aunque en la provincia todavía faltan muchos puntos de recarga para alcanzar los objetivos que marca Europa, la realidad es que este tipo de instalaciones van a más. Un ejemplo son las 5 electrolineras que se han instalado en Castelló, una de ellas punto rápido. Iberdrola dispuso en junio dos en el centro comercial Estepark y la Diputación ultima otra veintena de surtidores eléctricos.