La consellera de Agricultura Mireia Mollà ha instado hoy en Castellón al Ministerio de Agricultura a formalizar la propuesta para asumir la mitad del coste derivado de la lucha contra la plaga del cotonet.

La Conselleria de Agricultura, que ha iniciado hoy la liberación de los dos millones de ejemplares adquiridos del depredador Cryptolaemus montrouzier, ya ha destinado este año 5,5 millones de fondos propios a frenar la expansión de la plaga.

Mollà ha reconocido que los servicios técnicos de su departamento están evaluando la posibilidad de habilitar indemnizaciones para las personas agricultoras más afectadas por el cotonet, pero esa línea de ayudas solo sería posible en el caso de que el Gobierno asuma este coste añadido para controlar la plaga. "La prioridad es la contención y por eso las inversiones más importantes se destinan a depredadores, feromonas, limpieza, sanidad vegetal... mecanismos eficaces para frenar la plaga", ha indicado la consellera.

Además, recalcó que el Ministerio no concederá indemnizaciones directas a los agricultores, a diferencia de lo ocurrido con la plaga de la xylella en los olivos, ya que en este caso la erradicación de los daños se produce a costa de retirar los árboles, cosa que no se busca con los cítricos.

Desinfección

Al respecto, ha incidido en la necesaria desinfección y limpieza para evitar cualquier medio de transmisión, como las recogidas en la resolución del pasado 12 de agosto que declara de utilidad pública la lucha contra el cotonet y contempla una batería de medidas fitosanitarias para evitar su propagación.

Por último, Mollà ha destacado el "estatus de calidad de los cítricos valencianos que no puede soportar que le paren ningún envío", en referencia a la obligación de eliminar toda la cosecha que haya sido tratada con metil-clorpirifós.

En lo referente a la aplicación de este producto fitosanitario no permitido por la Unión Europea, la Mollà indicó que se realizará por parte de la empresa pública Tragsa en aquellos cultivos en los que lo soliciten sus propietarios, y en el caso de que la afección supere el 60% de la producción, lo que equivale en la práctica a dar la cosecha de la temporada por perdida. "Va a ser una campaña citrícola compleja", detalló, y recalcó que una de las grandes prioridades es "contener" la afección "donde la incidencia de la plaga es más potente".