Las lluvias de los últimos días, en un contexto de altas temperaturas en la recta final del verano, propician «un cóctel perfecto» para la proliferación de mosquitos en los próximos días en la provincia de Castellón, según alertan los expertos. Por ello, tanto la Diputación como los ayuntamientos de las zonas más proclives han iniciado una lucha contra el reloj para evitar las temidas plagas de dípteros.

«El objetivo es acabar con las larvas cuanto antes. En estas condiciones el ciclo se acorta mucho, sobre todo por la temperatura, y en menos de seis o siete días tenemos el mosquito», explica Rubén Bueno, de la empresa Lokímica, responsable de los tratamientos de la propia Diputación. Bueno califica la mezcla que se vive ahora, con lluvias y altas temperaturas como «el escenario más temido», que activa «la señal de alarma» por el riesgo de grandes plagas.

Zonas húmedas 

Para evitarlo, explica, «se refuerzan las brigadas de vigilancia que actúan durante todo el año revisando zonas de aguas estancadas». Desde Lokímica se da por hecho que «casi seguro», una vez evaluado totalmente el impacto de las lluvias pasadas y previstas, se necesiten herramientas de apoyo como el helicóptero que administra productos biológicos. Se fortalecerá la actuación en las zonas de humedales como «el Prat de Cabanes, Nules, Orpesa, Burriana, Moncofa o Almenara, y también en Benicàssim donde han afectado mucho las últimas lluvias». 

Desde la empresa de control de plagas destacan que esta vez se había conseguido «llegar al verano en mejor situación», reduciendo el número de mosquitos respecto a años anteriores, porque «el control comenzó a finales de invierno, con antelación». Porque el problema ya no es solo estival. «Tenemos constatado que hace 15 o 20 años era un problema estacional, pero ahora hay actividad de mosquitos todo el año, porque en invierno hay más días calurosos», añade Bueno.

Colaboración

Estas actuaciones de la Diputación se complementan con los tratamientos de algunos municipios. Por ejemplo, informa Isabel Calpe, el Ayuntamiento de Burriana realizará la semana que viene el cuarto tratamiento intensivo contra los mosquitos de este verano. Se trata de un refuerzo con larvicidas y adulticidas, que se suma a las actuaciones de control ordinarias, también de Lokímica. La concejala del área, Lolín Carbonell, detalla que «la previsión era realizarlo esta semana, pero con la alerta de nuevas lluvias es contraproducente realizar las fumigaciones ya que perderían eficacia». En Castelló, por su parte, se empezó en abril la campaña contra el díptero, que se alargará hasta octubre. «Tenemos un sistema de alerta, a través de la empresa concesionaria, que avisa en caso de que sea necesario incrementar los servicios», explica el edil del ramo, Ignasi Garcia.