El verano ha dejado la cuenta corriente de buena parte de las familias de Castellón al borde de los números rojos. Llenar el depósito del coche sale por un ojo de la cara, encender la lavadora es más caro que nunca y alimentos como el aceite de oliva o las frutas no paran de subir. Y para los cerca de 100.000 hogares de la provincia con hijos en edad escolar los gastos no han hecho más que empezar. Los niños vuelven este miércoles al colegio y hay que comprar material escolar, zapatos, ropa, pagar el comedor y las extraescolares... toda una retahíla de gastos extra que golpean con seriedad el bolsillo de las familias.

Organizaciones de consumidores como al OCU estiman que este año, cada familia de Castellón con hijos de entre 3 y 18 años gastará durante este curso escolar una media de 1.666 euros por alumno. Pero a la vuelta al cole este año hay que añadir el subidón de los precios. El índice de precios de consumo (IPC) creció un 0,4% en agosto en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 3,3%, cuatro décimas por encima de la de julio, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y en la práctica eso significa que los hogares de la provincia se encuentren ante la cuesta de septiembre más empinada de los últimos veinte años.

Alimentos, vestidos... todo sube

Desde que arrancó 2021, la gasolina se ha encarecido en Castellón un 17,7%, el gasóleo un 15%, la electricidad un 17% y el gas un 8,6%. Pero también han aumentado, y no poco, los precios de los alimentos como los refrescos, el aceite, la fruta o la carne de ave o vacuno. Y todo junto supone una losa cada vez más pesada para las finanzas de buena parte de los hogares de la provincia. 

La escalada de precios amenaza con amargar de la vuelta a la rutina y, si se comparan los precios de ahora con los de hace veinte años, las diferencias son abismales. Llenar la cesta de la compra en Castellón resulta hoy un 50,5% más caro que en 2002, según datos del INE . Y la mala noticia es que el Fondo Monetario Internacional ((FMI) augura que los precios de los alimentos vivirán un nuevo repunte que llegará al consumidor durante lo que queda de año y también el que viene.

Hay otros gastos tan cruciales en el mes de septiembre que también se han encarecido y no poco. Los combustibles y el gas lo han hecho un 65,5% en las últimas dos décadas y la ropa y el calzado arrastran desde 2001 subidas en la provincia que rozan el 9%.

Luz a precio de oro

Lo de la escalada de la luz pulveriza todos los récords. Tras un agosto sin precedentes, septiembre no ha empezado mejor y el pasado jueves el precio llegó a los 140,53 euros megavatio hora. Y las organizaciones de consumidores ya han hecho cálculos. Facua estima que los usuarios pagarán de media 93,10 euros en la factura de la luz de agosto, lo que supone un 46% más que el mismo mes del año pasado. O lo que es lo mismo: 9,33 euros más.

Lo peor es que a corto plazo nadie espera que la situación vaya a mejorar para el consumidor. La propia ministra Teresa Ribera, ha reconocido que la factura anual de la luz se va a disparar un 25% este año frente a 2020 y que se situará en un promedio de 644 euros (512 euros el año pasado). La titular de Transición Ecológica ha descartado una intervención pública para limitar el precio de la energía nuclear y de la hidráulica como propone Unidas Podemos y ha avanzado cambios en la tarifa regulada (PVPC) para tratar de estabilizar el recibo eléctrico. El Ejecutivo también ha aprobado una rebaja temporal del IVA a la electricidad del 21% al 10% hasta final de año y ha suspendido temporalmente el impuesto sobre la generación que pagan las eléctricas.

En el surtidor

El foco de la actualidad se centra en las polémicas subidas de la luz, pero la vuelta al trabajo es mucho más cara este año por los precios del combustible. Dos ejemplos sirven para entenderlo. A principios de este mismo año, el litro de gasolina 95 costaba en las estaciones de servicio de Castellón una media de 1,202 euros, casi un 18% menos que estos días, cuando su precio alcanza los 1,415. Con el gasóleo A ocurre exactamente lo mismo y de los 1,093 euros que valía hace nueve meses ha pasado a 1,258.

Trasladado al surtidor, eso significa que llenar un depósito de 50 litros de sin plomo 95 sale ahora por 70,75 euros frente a los 60,1 de enero (casi 11 euros más). Si el automóvil es de gasoil, hacer un repostaje completo cuesta 62,9 euros, casi 8 euros más. 

Los precios suben y suben y los salarios de los trabajadores no lo hacen al mismo ritmo. Mientras, la inflación se sitúa en el 3,3%, ese año el incremento de los salarios pactados en convenio en Castellón se sitúa solo en el 1,31%, tal y como se extrae de los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Solo hay cinco provincias españolas en peor situación: Guipúzcoa (0,27%), Málaga (1,10%), Tarragona (1,15%), Alicante (1,24%) y Jaén (1,25%). El incremento salarial en Castellón también está por debajo de la media de la Comunitat.