El equipo de gobierno de la Diputación de Castellón quiere que la Administración declare zona catastrófica los municipios de Benicàssim y Vinaròs, gravemente afectados por las inundaciones de la última semana, y para tratar de acelerar la llegada de ayudas directas para la recuperación, van a presentar en el pleno del día 14 de septiembre una declaración institucional en la que instarán al Gobierno de España y a la Generalitat a activar aportaciones económicas que contribuyan a dar respuesta a la emergencia que los desperfectos ocasionados han generado.

El presidente provicial, José Martí, ya manifestó su intención de ofrecer todo el respaldo institucional necesario a las localidades más afectadas por las lluvias torrenciales en el transcurso de las visitas que realizó a las zonas inundadas. La consideración de Martí es que la Diputación debe «tomar el guante de las ciudades damnificadas» y hacer suya la demanda de que se transfieran inmediatamente recursos para paliar los daños.

Junto al anuncio de la presentación de la declaración institucional, desde Diputación han insistido hoy una vez más en la importante contribución del Consorcio Provincial de Bomberos, «fuimos los primeros en actuar para minimizar los efectos y ahora seguiremos apoyando a los ayuntamientos para que les llegue aquello que les corresponda», ha reseñado Martí.

Amplias afecciones

En el texto de la declaración se defiende la evidencia de los cuantiosos daños provocados por las trombas de agua, tanto en zonas urbanas, como en agrícolas y litorales, con especial afección en infraestructuras públicas --así como en privadas-- en los dos municipios. «Es por eso que reclamaremos al Gobierno central que se declare el territorio afectado como zona catastrófica, que es el primer paso para poder optar a las ayudas de emergencia».

Diputación no se limitará a reclamar una acción efectiva a las administraciones superiores, también trasladará a los ayuntamientos la posibilidad de aplicar rebajas fiscales a través del IBI «para los propietarios de parcelas cultivadas que han sido dañadas por la lluvia».