La caída del ritmo de fabricación de coches por la escasez de componentes como los microchips ha acabado con buena parte de los estocs de turismos en la práctica totalidad de los concesionarios, un problema de ámbito nacional e internacional que genera listas de espera de hasta seis meses también en la provincia de Castellón.

El gerente de Toyota Cobelsa, José Luis Cortés, explica que «en función de las distintas marcas o modelos, la entrega a los clientes se esta retrasando hasta seis meses e incluso hasta marzo del año próximo». Añade que «en estoc queda muy poca cosa, por lo que en determinados casos llegan incluso a bloquear la comercialización de algunos coches para no quedarse sin ninguna unidad que poder mostrar en la exposición.

La actividad continúa 

En lo que se refiere a las consecuencias directas sobre la marcha de los negocios de esta situación, José Luis Cortés indica que «la actividad no ha parado y hay ventas que, en nuestro caso, han crecido mucho este verano, de modo que lo que ocurre es que la facturación también se pospone y la de este año va a caer de forma sensible, aunque la previsión es de que se recuperará en el próximo ejercicio, cuando se materialicen las ventas de este».

La falta de vehículos nuevos disponibles también ha llevado, en cascada, a la escasez en el mercado de ocasión, así como ha revertido en un incremento en los precios de los vehículos de alquiler.

Desde otro concesionario, en este caso de la empresa castellonense Nissan Satra, su gerente, Manuel Godoy, sentencia igualmente que «no hay coches» y sí ventas, con esperas que sitúa entre los cuatro y los seis meses. Matiza no obstante que se trata de una situación que no es nueva, sino que «era la normal hace años», cuando lo que se hacía era «cartera», es decir, se comercializaban los vehículos con la previsión de materializar las operaciones meses después, una dinámica que ha cambiado hasta que se ha producido la actual crisis de producción.

En el caso de Lexus Castellón, su gerente, Javier Arrando, describe una situación diferente en el sentido de que, hasta el momento, se han visto menos afectados por la carencia de componentes, debido a que las empresas de la marca también fabrican los microchips y semiconductores. Sin embargo, sí prevén dificultades de estoc para septiembre debido a que esperan una caída del número de vehículos que saldrá de una de las factorías de aproximadamente el 40% sobre las cifras habituales.

Por último, una de las firmas que logra escapar por ahora de este problema es Automoción Cano Kia, tal y como explica su gerente, Jorge Andreu. «De momento, la marca no está teniendo demasiados problemas y los plazos son bastantes normales», relata. La razón fundamental es que la marca coreana no solo se aprovisionó con antelación, sino que, además, «fabrican todos los componentes» e incluso trabajan las materias primas y poseen los medios de transporte propios para el traslado de los vehículos, lo que minimiza, al menos por ahora, el impacto de la crisis en sus procesos de producción. En cuanto a las previsiones sobre el final de la crisis de abastecimiento de componentes, todos coinciden en señalar que «va para largo», con una estimación de que al menos se prolongará hasta finales del próximo año, 2022.