El ocio nocturno fía su despegue a la desescalada final prevista a partir del 27 de septiembre en el caso de que no se produzcan rebrotes importantes de la pandemia.

Así lo afirmó ayer el vicepresidente de la Asociación de Ocio Nocturno de Castellón (ON Castellón), Juanjo Benavent, al periódico Mediterráneo como balance del primer fin de semana cuando estos establecimientos ya han podido abrir hasta las 3.00 horas aunque sin estar permitido el baile y con la obligación de estar sentados en el interior, al 50% del aforo, y con mascarilla.

«Con estas restricciones es muy complicado trabajar y el ocio nocturno no ha despegado este fin de semana porque, si bien han abierto pocos locales debido al gasto que supone, la gente tampoco ha terminado de responder como se esperaba», prosiguió Benavent. Y es que de los 43 locales de este tipo de ocio que existen en la capital de la Plana, solamente abrieron sus puertas seis, siguiendo la estela del resto de la provincia, donde el 80% ha permanecido cerrados «ya que no sale rentable abrir todavía porque la Generalitat solo ha añadido dos horas a la apertura autorizada».

Un 'impass'

Por este motivo, Benavent afirmó que los socios de esta entidad se muestran confiados en que a principios de octubre puedan retomar la máxima normalidad para volver a trabajar como antes de la pandemia. Por el momento «estamos en un impass, principalmente los locales que no tienen terraza porque los que pueden trabajar al aire libre sí que han abierto con más de normalidad».

Benavent reivindicó también un mejor tratamiento de este sector por parte de las administraciones y recordó que a las restricciones que deben cumplir por la pandemia, «algunas veces tenemos que hacer de policías porque aún hay gente que no se sabe comportar en los locales y entran en los mismos sin mascarilla o no cumplen con medidas anticovid».