Un hombre se enfrenta el próximo día 7 de octubre a una pena de 15 años de prisión por la violación continuada de una menor de 16 años con la que contrajo matrimonio concertado. El juicio se celebrará en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón. Según la Fiscalía, el procesado sabía que la adolescente había sido criada según los principios del Islam y, por tanto, a sabiendas de que, una vez pactada la boda con padres de la menor, doblegaría su voluntad, acatando toda imposición del marido.

Una vez celebrado el matrimonio, según las creencias y la legislación islámica, ambos se trasladaron a la provincia, donde el acusado ya residía. El adulto le dijo a la chica que no podía decir en España qué relación les unía y le indicó que, a toda persona que le preguntase, le contara que eran tío y sobrina, advirtiéndole además de que cuando salieran juntos a la calle debía vestirse y maquillarse como una mujer adulta.

Dominio

A partir de ese momento y según el relato del Ministerio Público, el procesado adoptó una actitud de continuo dominio y control hacia la menor, quien tenía que estar a su plena disposición y estaba obligada a hacer todas las tareas del hogar, así como satisfacer los requerimientos sexuales del hombre.

La víctima, en las primeras ocasiones, mostraba su negativa a mantener relaciones. Aunque la afectada intentaba juntar las piernas con fuerza, él conseguía forzarla. En ocasiones, la cogía por el cuello, le golpeaba la cabeza contra el suelo o contra la pared, la tiraba bruscamente sobre la cama y la abofeteaba. Según sostiene el fiscal, las agresiones se repetían todos los días que el acusado pernoctaba en el domicilio familiar –al menos, una por semana-- . 

Hasta el 2017

Los hechos se prolongaron hasta marzo del 2017, fecha en la que la niña fue tutelada por la Dirección Territorial de Igualdad tras haber habido sospechas de posible violencia de género y agresiones sexuales -- el centro de estudios al que acudía la chica dio la voz de alarma--.

La menor no fue capaz hasta entonces de denunciar los hechos a consecuencia del sometimiento y dominio que el acusado ejercía sobre ella y el temor a las posibles consecuencias. Además, se encontraba en un país extraño y no hablaba el idioma. A consecuencia de estos hechos, la víctima vio notablemente afectado su desarrollo sexual y personal, habiendo sufrido episodios de ansiedad y estrés.

La Fiscalía pide la condena del procesado por un delito continuado de violación con la circunstancia mixta de parentesco como agravante y también la de género. Además, solicita una indemnización de 70.000 euros para la chica por los daños personales y las secuelas ocasionadas.

El juicio comenzará a las 10.00 horas del próximo día 7 de octubre con la declaración del procesado, quien tiene derecho a contestar a las preguntas que considere oportunas, según le beneficie o le perjudique.