Son las otras víctimas del coronavirus fruto de la saturación del sistema sanitario que se ha visto agravado con el estallido de la pandemia. Miles de castellonenses están a la espera de ser visitados por un médico especialista para que les trate una dolencia o directamente, si se requiere, ser añadidos en las largas listas de espera quirúrgica. Si la demora en consultas externas ya era uno de los problemas en la asistencia, este se ha visto agravado por la pandemia al aplazarse un elevado número de visitas y priorizar la atención telefónica. A esto se ha añadido el periodo vacacional en el que la mayoría de especialistas no son sustituidos y, por tanto, se dispone de menos facultativos.

Con la crisis sanitaria el sistema se paralizó por completo y desde las consultas de especialidades se ha intentado, en la medida de lo posible, acelerar las agendas en los periodos en los que la presión asistencial por el virus ha dado cierta tregua. De todos modos, el problema resulta casi estructural y, como insisten los sindicatos, se requeriría de más medios y recursos para poder diseñar una estrategia que asegurara una rápida atención. Una especie de plan de choque como el diseñado para mitigar los retrasos para una intervención quirúrgica. 

Pruebas diagnósticas

La tardanza en especialidades cuando no se tiene una patología considerada, a priori, grave trae consigo una mayor demora para pasar por quirófano, en caso de que sea necesario, pero también en las pruebas diagnósticas, como colonoscopias, ecografías y resonancias. «Una ecografía no urgente puede acarrear meses de espera», señalan desde CCOO en Castellón.

La celeridad para ser atendido también depende y mucho del criterio del médico de familia, quien cursa la petición de una interconsulta atendiendo al cuadro clínico del paciente por si es preferente u ordinaria. Como bien indica el nombre, las primeras de ellas deben ser atendidas en el menor plazo menor posible. «En el Hospital General tenemos Digestivo y Traumatología con cerca del año de espera para consulta, mientras que el otorrinolaringólogo o el urólogo visitan a los pocos días de recibir la petición. Depende mucho de la especialidad y de cómo este hecha la petición», explican desde el sindicato Satse en Castellón. 

Y es que los retrasos para patologías que no revisten gravedad pero que pueden resultar muy molestas para quien las padece no solo dependen de las especialidades en cuestión también de otros factores como el departamento de salud correspondiente. Por ejemplo, Cardiología o Reumatología, con cerca de un año, también soportan una tardanza asistencial más que considerable.

Falta de datos

A diferencia de lo que ocurre con la demora quirúrgica, donde la Conselleria de Sanitat facilita mensualmente los datos sobre la lista de espera por hospitales, o la cierta facilidad para conocer los días de demora para ser atendido por el centro de salud cuando se solicita una visita, no hay registros accesibles y públicos sobre los retrasos en las consultas externas. «Vamos a presentar un escrito para saber cómo está la situación ahora en las especialidades», explicó la portavoz de CCOO en materia sanitaria en Castellón, Encarna Barragán.

«En mayo del 2020 teníamos cita con Oftalomología en el Hospital Provincial, por el coronavirus se aplazó hasta junio de este año. Mi hijo requiere una operación de estrabismo y ya nos han dicho que la espera será de un año», explica una castellonense. Este es un claro ejemplo del retraso que hay tanto para ser atendido por un especialista como en poder pasar por quirófano. 

Cerca de 6.400 castellonenses a la espera de intervención

Actualmente, cerca de 6.400 castellonenses están a la espera de una intervención. En los últimos meses, tras el cierre de los quirófanos a principios de año por el coronavirus, sumado al hecho de que se paralizó toda la actividad en el estallido de la crisis sanitaria, los hospitales públicos de la provincia habían logrado reducir de forma sustancial la tardanza, especialmente, el Hospital General de Castelló, gracias al llamado autoconcierto, es decir, a la apertura de los quirófanos por las tardes, así como al plan de choque que supone derivar a pacientes a centros privados, como el Hospital Vithas Castellón. Un elevado número de propuestas a pacientes de Castellón para ser operados en la privada en Valencia son rechazadas. 

Pero esta tendencia positiva se frenó en seco el pasado mes de julio, cuando se registró un incremento en las listas de espera motivado, en gran parte, a la eclosión de la quinta ola del coronavirus y el consiguiente incremento de la presión asistencial, así como por el periodo vacacional.

En concreto, el Hospital Provincial sigue siendo el que peores registros presenta al sumar 134 días de espera, le sigue el de Vinaròs con 128, después se sitúa la Plana con 120 y, por último, el General de Castelló con 69 días o lo que es lo mismo poco más de dos meses. Este último es el único centro hospitalario de la provincia que acumula una tardanza muy por debajo de la media autonómica, 105.

En los próximos días está previsto que la Conselleria de Sanitat publique los datos referidos al mes de agosto y todo hace indicar que la demora seguirá en ascenso al reducirse la actividad quirúrgica en el periodo estival de forma considerable.

En cuanto a especialidades, Oftalmología, con la operación de cataratas entre las que más lista de espera acumulan, Traumatología y Cirugía General son las que lideran la demora. Estas tres representan el 52% de las solicitudes activas.

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