El parany de Castellón encara una temporada más sin alternativa para sus aficionados tras el nuevo varapalo de la Conselleria de Agricultura, encabezada por Mireia Mollà, a las pruebas del cesto malla.

El departamento autonómico, según ha podido saber este diario, ha emitido una nueva resolución denegatoria sobre llevar a cabo el testeo técnico de la metodología alternativa, tal y como solicitaron hace cinco años desde la asociación de cazadores Apaval.

El «no» de la administración llega al final del plazo de tres meses concedido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana como ultimátum para que la Conselleria aportara un nuevo dictamen «debidamente motivado» después de que el alto tribunal considerara en su sentencia del 26 de junio del 2020, ratificada después, que la primera resolución denegatoria basada en la petición registrada por Apaval en el 2016 para probar el cesto malla sobre el terreno «no estaba suficientemente justificada, por lo que resultaba contraria a la ley», así como que no entró a valorar algunos de los informes aportados por parte de Apaval.

Los motivos

Entre la serie de motivos para la negativa esgrimidos por el área de Mollà constan algunos como la inexistencia de tradición en el uso del cesto malla. Un argumento contra el que carga el presidente de Apaval, Miguel Ángel Bayarri, quien señala que «esto al final solo es otro no de la Generalitat Valenciana al parany», a la vez que explica que «discrepamos de los argumentos que nos dan, por lo que vamos a rebatirlos punto por punto y ver qué pasa».

Para ello, el procedimiento administrativo establece en estos momentos el plazo de un mes para presentar recursos contra la decisión del Consell, por lo que la existencia de una alternativa al método tradicional declarado ilegal vuelve a ser inviable una temporada más. «Ya estamos trabajando en las alegaciones. No nos damos por vencidos», declara el presidente de Apaval.

El impacto

Esta situación, según lamenta Bayarri, genera un «notable desgaste» a la asociación a distintos niveles: «La administración juega a agotarnos económicamente y emocionalmente porque la gente acaba dejando la entidad, ya sea por la inactividad o por la propia edad, ya que muchos aficionados ya son mayores», desgrana el máximo representante de Apaval, a la vez que insta a la Generalitat a «abrir el diálogo y dejar de estar solo por el no».

Cabe recordar que las pruebas de campo propuestas constituyen el primer paso para la implantación futura del cesto malla y su objetivo principal pasa por demostrar el cumplimiento de diferentes requisitos exigidos por parte de la actual normativa vigente en materia cinegética, como bien pueden ser la selectividad de la herramienta, la no masividad y el impacto sobre los animales en el lugar donde se instale. H