Javier Monferrer es vecino de Nules, con movilidad reducida, y usuario de los trenes de Cercanías de Renfe de la línea C6 entre Castelló y València. Los efectos de las cancelaciones y la huelga le afectan de forma más considerable que a otros usuarios, ya que viaja pegado a su silla de ruedas y requiere que el tren disponga de una puerta adaptada para poder acceder, cosa que no ocurre en todas las unidades que circulan en la línea: "Llevo varias horas en la estación porque han suprimido muchos trenes y estamos con la incertidumbre de si el siguiente va a salir", lamenta, a la vez que añade que "a ello se suma que no estoy seguro de si el tren que va a venir va a tener la puerta adaptada o voy a tener que seguir esperando", dice.
"Me solidarizo con las personas en huelga, pero se debe tener un poco de responsabilidad social a la hora de respetar unos mínimos. Otras personas que gastan el tren también son servicios esenciales", argumenta Javier, quien ejemplifica su argumento con una enfermera o un médico que utilice el servicio.