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VISTO PARA SENTENCIA

Relata los abusos de su marido en Benicarló cuando ella tenía 15 años

La joven cuenta que concertaron su enlace en Marruecos y que vivía sometida a él

El procesado --con jersey de color marrón--, sentado frente a los magistrados de la Audiencia.

La Audiencia Provincial de Castellón ha celebrado esta semana un juicio contra un ciudadano magrebí, para quien la Fiscalía pide 15 años de cárcel por presuntos agresiones sexuales continuadas y malos tratos --añadió en las conclusiones un tercer delito de trata de seres humanos-- a quien fuera su mujer, una adolescente a quien sus padres concertaron el matrimonio en Marruecos cuando ella tenía tan solo 15 años.

La víctima declaró en la vista oral que su madre le dijo que debía casarse con el procesado y que, junto a él, se trasladó a la provincia de Castellón a vivir, concretamente a Benicarló. En su declaración, la niña aseguró que debía hacer las tareas domésticas y satisfacer a su marido cuando él quería tener relaciones íntimas. A preguntas de la Fiscalía, explicó que intentaba cerrar las piernas para no tener sexo con el varón y que este le decía que si quería ir al instituto y estudiar dejara de resistirse. La adolescente llegó a trasladar al tribunal que, por la educación que ella había recibido, el sexo era un «derecho» del marido y una «obligación» de la mujer.

El acusado

El procesado, por su parte, negó malos tratos o violaciones. La defensa insistió en que, tras la denuncia y posterior tutela de la Generalitat a la menor, ella y el procesado habían mantenido conversaciones por Instagram e, incluso, algún encuentro físico.

También declararon en el juicio la directora del centro de menores en el que pasó a vivir la víctima y la psicóloga. «Tenía muchísimo miedo al que era su marido y siempre quería complacer a los demás: quería limpiar, cocinar y demás tareas incluso en el centro», aseveró la responsable.

Ambas comentaron al tribunal que, en una ocasión, llegó un ramo de flores con un peluche y una nota firmada, supuestamente, por el hermano de la menor. Sin embargo, al leer la carta, la niña dijo reconocer términos que empleaba para referirse a ella su marido, quien en esos momentos tenía una orden de alejamiento.

La psicóloga

«Este tipo de experiencias dañan severamente a la persona, su sexualidad y tienen consecuencias bastante graves. Ella era una chica sumisa, obediente, inestable emocionalmente e influenciada por su historia de vida», comentó la psicóloga a preguntas de la fiscal. 

También fueron llamados a declarar como peritos dos forenses de Castelló, quienes indicaron que la menor tenía «rasgos dependientes» y «secuelas emocionales de maltrato con sintomatología ansiosa». Una forense de Vinaròs, por su parte, dijo que no podía establecer una causalidad entre las repetidas infecciones de orina y prácticas sexuales incorrectas.

El caso ha quedado visto para sentencia en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

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