Ocho años de prisión y otros diez de libertad vigilada por un delito de homicidio en grado de tentativa. Es la condena impuesta por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón a un hombre que intentó acabar con la vida de su expareja, en el marco de un episodio de violencia machista que tuvo lugar en Moncofa el pasado mes de enero. Además de la pena privativa de libertad, los magistrados han establecido una indemnización de 6.120 euros para la víctima.

«Cuando se puso sobre mí y me colocó un cuchillo en el cuello me vi muerta», declaró la mujer en el juicio celebrado en la capital de la Plana hace escasos días. «Me gritó que me mataría y luego se degollaría», afirmó, protegida por un parabán, a preguntas de la fiscal.

La víctima aseguró que el procesado le controlaba el móvil y le cerraba la puerta del domicilio para que no saliera. «El día de los hechos estaba él bebiendo una botella de anís, aunque yo le decía que no lo hiciera. De repente cogió un cuchillo, se puso encima de mí y me tapó la boca», relató la mujer a los magistrados. Asimismo, recordó que el varón colocó el arma blanca en su cuello y la amenazó: «Me dijo que llevaba un mes y medio planeándolo y que llevaba al demonio dentro». Aseveró también que pudo esquivar una puñalada que su entonces pareja le lanzó, supuestamente, al abdomen y que paró el siguiente intento de apuñalarla con la mano, causándole el filo del cuchillo lesiones.

Versión negacionista

Por su parte, el ya condenado ofreció una versión negacionista que el tribunal no ha considerado creíble. El hombre mantuvo que cogió el cuchillo de la cocina para cortar un limón y servirse una copa y sostuvo que fue la mujer la que «se abalanzó» sobre él y se cortó «sola» en una de las manos.

La Guardia Civil de Nules y la Policía Local de Moncofa actuaron en el suceso después de que la mujer lograra salir de la casa y pedir auxilio. «El acusado nos dijo cuando lo detuvimos que lo lleváramos preso porque había sido él», explicó uno de los miembros de la Benemérita actuante.

Los forenses que declararon como peritos en la vista oral confirmaron que las lesiones de la víctima eran compatibles con su relato. Aunque la mujer solo sufrió lesiones leves, en el abdomen se encuentra la arteria renal y el bazo y es un área «muy delicada»