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LA PLANA ALTA ES EL EPICENTRO, JUNTO AL ALTO PALANCIA

La almendra de Castellón, en la encrucijada por los costes al alza y el abandono

La recolección toca a su fin, en un año con una caída de la cosecha del 40% al producir menos el arbolado, tocado por hongos. El precio disparado de los fitosanitarios y gasoil dificulta ‘sostener’ las fincas

Vareo. Un agricultor agita con una vara las ramas del árbol para luego recolectar la almendra caída al suelo.

Los productores de frutos secos de Castellón atraviesan ahora el momento justo de recoger los beneficios al duro trabajo de todo un año. La recolección de la almendra toca a su fin y todo apunta que el balance de esta temporada se resumirá en tres claves: una menor producción, precios que repuntan pero no lo suficiente y una rentabilidad mermada por el impacto añadido de los sobrecostes de las materias primas sobre los precios de los fitosanitarios y el gasoil. 

Rebeca Sales, productora de frutos secos de Albocàsser y responsabe del área de Joves de la Unió de Llauradors, explica que «la producción ha sido más baja, debido por un lado a las humedades que hicieron que los árboles estuvieran en peores condiciones; y a la hora de la floración, esta no cuajó como otros años». En cuanto a precios, la almendra común, al aumentar su cantidad en toda España, no ha subido; mientras que la marcona sí está al alza, tirando hacia arriba.

Rebeca Sales, responsable de Joves de la Unió de Llauradors y productora de almendra en Albocàsser. Mediterráneo

Los precios oficiales

La Lonja de Reus es la de referencia para los profesionales agrarios castellonenses. En cifras: el 18 de octubre la variedad común se pagaba a 3,8 euros el kilo (un euro más que un año atrás, a 2,8) y la marcona cotizaba a 6,70 (1,40 euros más que la misma semana del 2020).  

"Si hubiera más cosecha, más se vendería"

Llegados al proceso de comercialización, del campo a las cooperativas, que se encargan de la distribución, «la demanda se está manteniendo». Se vende siempre toda, en especial, la especialidad marcona, que nunca tiene problema de venta. Si hubiera más cosecha, más se vendería. Es muy apreciada, por ejemplo, para los fabricantes de turrones, que utilizan la que se genera en el mismo año para producir los dulces de Navidad», cuenta Sales.

Campo con almendros en flor en la provincia de Castellón. Mediterráneo

"Los árboles salieron más agotados"

Ricardo Beltrán, responsable del sector de frutos secos en la Unió de Llauradors, apuntó que es difícil contar con cifras concretas. pero «se estima que esta campaña la producción de almendras en la provincia de Castellón habrá registrado un descenso del 40% respecto a la anterior». Unas 1.200 toneladas es la previsión manejada en verano --y no hay cifras más actuales--: Casi la mitad que en el 2020. «En muchas fincas los árboles salieron muy agotados el año pasado por tema de hongos. Y en este ejercicio de variedades tardías se ha recolectado muy poco, debido a que se juntó que hubo humedad --por condiciones climatológicas-- y no cuajó la flor», reseña Beltrán, quien añade: «Si se recuperan más árboles para la próxima campaña, será en base a cómo se efectúe el mantenimiento y habrá ejemplares más fuertes y otros menos. Además, cada vez tenemos disponibles menos productos fitosanitarios».

Ricardo Beltrán, responsable de Frutos Secos de la Unió de Llauradors. Mediterráneo

Escaso margen: "Sacamos poco dinero"

¿Y las ganancias de la tierra? «No rentabilizamos estas explotaciones de secano porque hay menos kilos y la diferencia de precio no compensa. Y luego otro factor: el coste de fitosanitarios y gasoil esto ha subido una barbaridad del año pasado a este. El abono se ha incrementado un 25%. Todas las materias primas que traen de fuera se encarecen. Sacamos poco dinero», explica el agricultor.

En zonas del interior de Castellón, como Albocàsser --en la Plana Alta-- y Viver --en el Alto Palancia-- «se está acabando de recolectar la almendra. Las tempranas se empezaron a recoger a finales de agosto y aún se está trabajando. En otros puntos se retrasó por las lluvias que anegaron los bancales y retrasaron un par de semanas el inicio de la recogida», explica. 

Especulación y precios contenidos

«En el mercado la marcona va subiendo y la común está estancada. Para la poca cosecha que hay no ha habido un aumento de precios rápido como se esperaba. Están contenidos. Los intermediarios aguantan el mercado y se aprovechan de quien no tiene espacio para almacenar el género. Sube el precio pero contenido», lamenta el representante de la organización agraria.

Para turrones y hostelería

Y es que la especulación está muy presente según apuntan fuentes del sector. ¿Dónde va a parar la almendra de Castellón? El grueso la adquieren cooperativas de la zona y luego va a manufactura. «Gran parte va a fábricas de turrones y al canal Horeca (hostelería)», sostiene.

El turrón, una delicia a base de almendra propia de las próximas fiestas navideñas. Mediterráneo

Abandono y rivalidad de EEUU

En las previsiones de la campaña, además, desde la central de la Unió de Llauradors, alertaron: «Los productores pueden ver como sus rentas caen a valores que provocan el abandono de muchas explotaciones tradicionales de secano, con lo que se acentuará aún más el deterioro ambiental del interior de la Comunitat. Y si a ello se suma una bajada de los precios, es el escenario perfecto para una película de terror con consecuencias terribles para muchas de nuestras zonas rurales», aseguran.

Con todo, observan otro componente clave en la ecuación. «Una mayor o menor producción valenciana o española no tiene ninguna influencia en los resultados de la campaña, ya que, en un mundo tan globalizado y especulativo, lo que verdaderamente repercute, es la producción de almendra en Estados Unidos. En este sentido, el USDA norteamericano prevé que alcance los 1,45 millones de toneladas, un incremento del 3% en una anualidad, pero un 48% más sobre la media de la última década», añaden. La superficie también crece permanentemente y para 2021 se habla de unas 538.238 hectáreas cultivadas, lo que supone un 73% más. 

Un plan de reconversión

Para revertir la actual encrucijada, la Unió de Llauradors insta a recuperar la ayuda nacional a los frutos de cáscara de fincas de secano y bajo rendimiento o poner en marcha un plan de reconversión para las explotaciones de secano y así adaptar las variedades a la demanda comercial. También incrementar la dotación para investigación y técnicas para afrontar los graves riesgos fitosanitarios y comerciales actuales, con soluciones biotecnológicas o biológicas para el control de la Avispilla del almendro. Impulsar el cultivo ecológico del almendro, adaptado a la realidad de cada zona, variedades, enfermedades, plagas y sistemas de cultivo. Y arrancar fincas abandonadas, refugio de plagas y enfermedades. Por último, piden priorizar el uso de almendras de origen valenciano en la industria valenciana y dejar de importar la californiana, de peor calidad.

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