El Periódico Mediterráneo

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COMPLICACIONES BUROCRÁTICAS

La mina de Pamesa en El Puig sigue a la espera tras ocho años de trámites

La lentitud contrasta con el permiso del gobierno aragonés en el pueblo de Estercuel

Imagen de una de las nuevas instalaciones de materias primas del grupo Pamesa.

Uno de los objetivos marcados desde el grupo azulejero Pamesa, especialmente en estos momentos de dificultades por el incremento de costes, es la mejora de la eficiencia en el suministro de materias primas. Dentro de estos planes está la propuesta de reducir las importaciones de arcillas en un 15% en beneficio de canteras nacionales. Uno de los proyectos estelares es la explotación de una mina en la localidad valenciana de El Puig, pero la compañía comandada por Fernando Roig se encuentra desde hace más de ocho años con un muro burocrático. En una reciente entrevista concedida a Mediterráneo, el empresario afirmó que en este asunto «hay buenas palabras y pocos hechos. Creo que los políticos tienen que cambiar. No sé quién tiene la culpa, si la Conselleria de Medio Ambiente, el sistema, los ayuntamientos… o una mezcla de todo. Nos gustaría tener ya una respuesta, porque no podemos tardar tantos años sin saber sí o no».

La situación es muy distinta a la predisposición hallada en Aragón con los trámites para poner en marcha una mina en la localidad turolense de Estercuel. En ese caso, la declaración de impacto ambiental (DIA) se obtuvo en apenas 18 meses, lo que permitirá suministrar arcillas blancas y arenas de fesdelpato a las compañías del grupo. En este caso, tras la DIA se requiere de otras autorizaciones del Gobierno, pero se consideran trámites menores tras el visto bueno de la Administración aragonesa. Se prevé la creación de 100 puestos de trabajo en una zona en riesgo de despoblación. El caso del municipio valenciano es mucho más enrevesado, ya que el proceso se ha visto frenado por un cambio de signo político en el Consell y una desestimación que obligó a comenzar de nuevo.

Un proceso interminable

  • 2013: Se presenta el permiso. Al poco tiempo, el consistorio inicia el expediente.
  • 2015: Compromís asume la política medioambiental. Tres años después, la Conselleria lo desestima al aducir un problema de procedimiento
  • 2019: Se vuelve a presentar y el consistorio aprueba en 2021 inicialmente el plan especial, a la espera tener la DIA por parte de Medio Ambiente.

Ahorro

El presidente de Pamesa señaló que, de disponer de esta mina en la provincia vecina, «nos ahorraríamos 360.000 kilómetros al mes de desplazamientos en camiones» respecto a otros puntos de extracción, como en Villar del Arzobispo. «Se hubiera evitado la emisión de más de 500 toneladas a la atmósfera de haber tenido el permiso en dos años». En Aragón no llegaron a completar este tiempo. Roig señaló que uno de los grandes logros de eficiencia energética en los últimos tiempos es la colocación de placas solares en sus unidades de producción. En este caso la legislación permitió un desarrollo mucho más ágil. 

Centros logísticos

Además de incrementar su capacidad de fabricación con la reciente adquisición de Azuliber, las actuaciones inversoras del grupo Pamesa en los últimos dos años han estado centradas en la mejora de sus centros logísticos. Muestra de ello fue, hace un año, la puesta en marcha de una planta de materias primas en Onda, de modo que las arcillas y feldespatos se colocan a cubierto y cerca de las unidades de producción. A esta actuación le ha seguido, hace unos meses, el inicio de otra instalación de materias primas junto a la factoría de TAU, en Castelló. Para ello también tuvieron que realizar un recorrido burocrático, ya que esta inversión requirió previamente de la declaración de interés comunitario, aprobada a finales de este mes de abril.

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