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El objetivo último es compatibilizar el cuidado del medio ambiente con el turismo

Más protección para la posidonia

La Conselleria de Transición Ecológica pretende aprobar el nuevo decreto durante 2022 y ya ha enviado un borrador a los ayuntamientos costeros de Castellón

Usuarios de la playa pasean por la orilla del mar en Burriana, junto a restos de algas y posidonia, en una imagen de archivo. Mediterráneo

Cualquiera que haya acudido a la playa, a pasear o a tomar el baño o a tostarse bajo el sol, la habrá visto alguna vez. La posidonia, o restos de algas como se suele decir, afea la orilla del mar. Es común pensar que se trata de basura o de suciedad, y por ello muchos usuarios se quejan de su presencia, pero nada más lejos de la realidad. Son restos naturales beneficiosos para la arena, el agua y las dunas de las playas. Por ello, la Conselleria de Transición Ecológica ultima un nuevo decreto para incrementar la protección de la posidonia en Castellón, tanto en el interior del mar como en la orilla, donde no podrá ser retirada, por lo pronto y salvo excepciones, desde octubre y hasta marzo. 

En el caso de Castelló, el apoyo es unánime. «Celebramos la voluntad de Conselleria de avanzar en la conservación nuestras playas, que antes de un recurso económico son un espacio natural», indica Fernando Navarro, el edil de Transición Ecológica. Como en otros municipios, «el Ayuntamiento de Castelló ya inició en 2020 una gestión más respetuosa de las algas, dejando que la posidonia arrastrada contribuya a regenerar las dunas y los ecosistemas de vegetación del litoral, además de proporcionar los alimentos para especies protegidas como el chorlitejo patinegro». El borrador de Conselleria contempla restringir la recogida de algas entre el 15 de octubre y el 15 de marzo. «Seguir tratando como un residuo a un elemento más del ecosistema es un error fruto de una concepción del pasado y confiamos en que en el futuro esta política se amplíe a más meses del calendario», apunta el edil Navarro.

En términos similares se expresa Ignasi Garcia, concejal de Reciclaje y Gestión de Residuos, otra área implicada en la mentada tarea. «La posidonia es clave para la fijación y la protección de la arena», indica. Garcia apunta también que esta especie natural «garantiza una mayor calidad del agua constituyendo una de las fuentes de oxigenación más importantes de nuestro mar». 

«Hay que tener en cuenta que el cambio climático está provocando la desaparición de posidonia año tras año, y hemos de ser conscientes de que cuidarla nos ayuda no solo a no tener playas turbias, también a preservar la biodiversidad y que miles de algas y animales que viven pegadas a la posidonia no desaparezcan», añade Garcia. 

Borrador

Este borrador inicial de Conselleria se ha enviado a los ayuntamientos costeros, las universidades y asociaciones ecologistas para que puedan presentar alegaciones. La hoja de ruta marca que el decreto nuevo se apruebe durante el próximo año 2022. El objetivo final, remarcan fuentes de la Conselleria, es compatibilizar el turismo en las playas con la protección del medio ambiente.

Además del caso de Castelló, el decreto afectará a todas las playas de la provincia, que en algunos casos deberán revisar protocolos. En Benicàssim, por ejemplo, de momento se recoge durante todo el año y se intenta reutilizar para agricultura y ganadería, explican desde el consistorio. En otro destino turístico de referencia, en Peñíscola, valoran que el borrador contemple la retirada de los restos por razones socioeconómicas de primer orden, y muestran su aceptación al respecto. 

También en Vinaròs aplauden la iniciativa, con las particularidades de la zona. Lo explica el concejal de Transición Ecológica, Hugo Romero. «El decreto habla de posidonia oceánica, de la que no hay en nuestra costa, y de cymodocea nodosa, y esta última es la que tenemos en Vinaròs», matiza. «La medida nos parece acertada porque todo lo que sea preservar las calas y playas y los espacios naturales que tenemos es bienvenido, y es una propuesta que pretende conservarlas como espacios naturales y ayuda a protegerlas y a un mejor desarrollo», añade. «Además, hay opciones para retirarlas por motivos de salubridad, como plantea el protocolo de retirada de elementos vegetales, siempre con permiso previo», concluye. 

En Nules y en Almassora no se retira durante esos meses, informan sus consistorios, en Xilxes «no afecta», y en Orpesa se aplica una solución mixta: «Se acopia en la misma playa durante el verano y ahora por estas fechas la devolvemos», apuntan desde el ayuntamiento. En Torreblanca, por el momento, se retira en julio, agosto y septiembre, pero solo en las playas urbanas. En las otras, no. En Alcalà-Alcossebre, por su parte, se revisan y cuando existe mucha cantidad, que pudiera suponer molestias para usuarios de la playa, se retiran por parte de la empresa encargada de la limpieza.

En Burriana, fuentes municipales apuntan que están «de acuerdo» con el objetivo del decreto, aunque admiten que hasta ahora se trasladaba la posidonia a una planta de procesamiento por las quejas de los usuarios de las playas. 

 En el litoral sur, por último, los Ayuntamientos de Moncofa, Xilxes y Almenara indican que el decreto apenas les afecta, en principio, porque al ser meses de escasa actividad turística, las algas que extrae el mar en estas zonas no se suelen retirar.

Informan: Alba Boix, Isabel Calpe, Xavi Flores, Mònica Mira y M. A. Sánchez.

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