Los primeros indicios llegaron con la subida de los costes de producción en los principales sectores económicos de Castellón, que fueron seguidos de una fuerte subida en el gas natural y la electricidad. El siguiente paso se sufre ahora, con un nivel de inflación nunca visto desde hace décadas, y que puede echar al traste la recuperación tras la pandemia.
Los resultados dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística reflejan que el IPC interanual del mes de octubre en Castellón alcanzó el 5,9%. El más elevado de los últimos 20 años. Solo en julio del 2008 se alcanzó una tasa similar, al llegar al 5,7%. La cifra en la provincia supera en medio punto al 5,4% de España, y en tres décimas al 5,6% de la Comunitat.
Esta escalada alcista no ha hecho más que reforzarse en el último mes, ya que la variación mensual ha sido del 2,1%. La gráfica forma una pared casi vertical, ya que en enero la inflación interanual era de solo el 0,4%.
La principal causa de este fenómeno hay que encontrarla, de forma casi exclusiva, en el encarecimiento de los carburantes. El apartado de electricidad, gas y combustibles en Castellón ha experimentado una subida del 53,3% en el último año, y del 8,7% en solo un mes. Esto tiene una derivación en otros sectores. Los precios de los transportes se han elevado en un 13,1% en un año, y un 1,9% desde septiembre. Los alojamientos crecieron este año, pero el final del verano ha supuesto un retroceso del 3,4% en un mes.
El crecimiento del coste de la energía perjudica a todos los segmentos de la economía, y esto se deriva en un aumento de precios generalizado, al repercutir el aumento de los costes al cliente. En Castellón, el apartado de vestido y calzado solo ha subido un 0,9% desde el pasado año, pero la variación mensual se sitúa en el 12,5%.
Por otro lado, hay unos pocos grupos en los que se experimenta un descenso. El que más llama la atención es el relacionado con la telefonía. Tras años de crecimiento continuado en las tarifas, los consumidores de toda España abrazan opciones low cost, con su efecto en este apartado del IPC. En la provincia, con un descenso del 0,7%. También se aligera el gasto relacionado con la cultura.
Consecuencias
Desde la Unión de Consumidores de Castellón, Juan Carlos Insa valora que la situación es «muy preocupante para las familias, porque la inflación se come el poder adquisitivo». Añade que ante este panorama «es cada vez más difícil llegar a fin de mes para muchos, por lo que la cuesta de enero será una escalada de precios, lo que implicará un horizonte muy negro» en el caso de que no llegue una mejora en las próximas semanas. Algo poco probable teniendo en cuenta la proximidad de las navidades.
A la hora de afrontar estas dificultades, Insa reclama que la Administración «ajuste los impuestos con los que grava al consumo de carburantes y electricidad», con el fin de paliar el impacto sobre los ciudadanos. También recomienda analizar qué tipo de tarifa eléctrica puede ser más conveniente en sus domicilios, una del mercado libre o una regulada.
