El sistema sanitario público de la provincia, que cuenta actualmente con cerca de 9.000 profesionales si se contabilizan los 883 refuerzos covid cuyo contrato está en vigor hasta el 31 de diciembre, ha sufrido históricamente un déficit de personal. Plantillas cortas y envejecidas que no han crecido a la misma vez que lo hacía la población con tarjeta sanitaria.
Para intentar resolver la falta de sanitarios, la consellera de Sanitat, Ana Barceló, anunció esta semana la creación de 6.000 plazas estructurales el próximo año, lo que supondría que se podría retener el grueso de puestos creados durante la pandemia. Una plantilla, la de los contratos covid, que en los picos de la pandemia llegó a estar conformada por cerca de 1.500 sanitarios.
En la presentación del presupuesto del 2022 en la Comisión de Hacienda, un diputado de Ciudadanos ya puso sobre la mesa el problema al que se puede enfrentar ahora la Conselleria que no es otro que crear plazas que queden desiertas, es decir, que ningún profesional, especialmente cuando se trata de médicos, quiera optar a ellas.
Estos puestos se denominan de difícil cobertura y la provincia de Castellón sufre este hándicap tanto a la hora de contratar a facultativos en zonas del interior para los centros de salud como en el Hospital de Vinaròs, en cuanto a especialidades.
En concreto, este hospital tiene creadas cuatro plazas que están vacantes en las áreas de Anestesia y Reanimación, Anatomía Patológica, Urología y Radiodiagnóstico. Preocupa especialmente la primera de ellas, ya que, como informó Mediterráneo, la baja de dos anestesistas de Vinaròs ha obligado a cancelar intervenciones, lo que lastra la mejora de las listas de espera quirúrgicas.
Además, esta pasada semana sanitarios del hospital iniciaron una recogida de firmas para conseguir que los 70 refuerzos covid se mantengan, poniendo el énfasis en la necesidad de retener a estos profesionales que ahora se ha logrado contratar.
Causas de la falta de médicos
Hay que destacar que la falta de especialistas se debe a varios factores. Por un lado, la mala planificación que realiza el Ministerio de Sanidad a la hora de publicar las plazas de Médico Interno Residente (MIR), así como a la falta de estímulos por parte de la Conselleria para incentivar a los profesionales a optar por estos puestos de difícil cobertura.
Incentivos
El secretario general del Sindicato Médico de la Comunitat CESM-CV, Víctor Pedrera, afirmó que para resolver esta situación es «urgente» que la Conselleria de Sanitat «arbitre una normativa» al respecto, donde se contemplen retribuciones y condiciones laborales distintas que resulten más atractivas para los profesionales.
Entre estos beneficios, plantean que ocupar una plaza considerada de difícil cobertura suponga puntuar más cara a las oposiciones, así como mayor flexibilidad en el turnos para favorecer la conciliación familiar. «Para ello debe haber un listado con los puestos concretos, dicen desde la Administración que siguen analizando el tema de los incentivos, pero «estamos ante un problema grave en la asistencia que requiere de soluciones urgentes», explicó el portavoz del CESM-CV.
