A una milla de la bocana del puerto de Castellón, el granelero Alexandra TI realiza un cambio de rumbo y colisiona con el buque gasero Gas Link. El primero navegaba rumbo a Marsella y el segundo maniobraba para entrar al puerto. El accidente apenas produce daños en el granelero, pero el gasero sale muy perjudicado: un herido que necesita ser evacuado y un vertido a la mar por los daños en el casco a la altura de un tanque de fuel-oil. Por si fuera poco, posteriormente se produce un escape controlado de amoniaco a la atmósfera.
Este el planteamiento inicial de un simulacro que se inició ayer miércoles y que ha concluido con éxito hoy jueves, un simulacro histórico al incluir por primera vez un vertido químico. El ejercicio de lucha contra la contaminación marítima, de nombre PolEx 2021, de ámbito internacional y realizado con medios reales aeromarítimos, ha sido dirigido por la Dirección General de la Marina Mercante y ejecutado por un operativo de más de un centenar de personas, entre medios marítimos y aéreos, coordinados por Salvamento Marítimo. A él se han sumado medios de la Guardia Civil, la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), la Cruz Roja del mar, el servicio de vigilancia aduanera y remolcadores del puerto de Castellón, entre otros.
Benito Núñez, director general de la Marina Mercante y encargado de dirigir el operativo, ha destacado la importancia de este tipo de ejercicios, en especial para pulir la coordinación entre todos los estamentos implicados y comprobar que los procedimientos utilizados son eficaces. "Entrenamos para estar preparados y saber cómo debemos actuar", ha dicho, después de recordar que el 90% del comercio internacional se realiza por vía marítima y que este tipo de actividad, como toda actividad humana, "está sujeta a fallos". "Nuestro trabajo es minimizar ese riesgo", ha indicado, "y estar preparados frente a esos eventos que puedan dañar el medio ambiente".
En términos similares se ha expresado José Luis García Lena, director de Salvamento Marítimo. Ha comentado que durante el año 2020 se vigilaron 226 millones de kilómetros cuadrados, un área equivalente a 447 veces el territorio nacional, y 45.000 personas fueron atendidas en situaciones de peligro en el mar.
Amparo Marco, la alcaldesa de Castelló, ha dado la bienvenida a los participantes en el simulacro y ha destacado la vocación marinera del Grau y la voluntad del Ayuntamiento de conectar la ciudad al mar. También ha subrayado la importancia de la coordinación entre instituciones, algo palpable en este ejercicio, y ha invitado a los presentes a la próxima edición de Escala a Castelló, en el próximo 2022.
Al acto también han acudido Francisco Toledo, presidente de Puertos del Estado, y Rafa Simó, presidente de PortCastelló.
El simulacro
El simulacro se ha realizado a lo largo de dos días. En él han intervenido los buques Clara Campoamor y Marta Mata, y la Salvamar Sabik, apoyados por el helicóptero Helimer-211. También han participado medios marítimos de otras instituciones, de forma complementaria, destacando la actuación del buque Monte Anaga, de la EMSA.
Los medios y el material de lucha contra la contaminación han dirigido sus esfuerzos en reducir y eliminar la contaminación por fuel-oil y el escape de amoniaco. Para la contaminación química se han empleado el propio buque accidentado y los remolcadores del puerto, a través del sistema de abatida que consiste en disolución mediante aporte masivo de agua; y para la mancha de fuel-oil, simulada mediante palomitas de maíz, se han desplegado barreras y skimmers (sistema de recogida de hidrocarburos).
La operación también ha incluido un ejercicio de salvamento. Se ha evacuado en helicóptero al tripulante herido y se le ha trasladado a un centro hospitalario.
