Estaba formado por siete edificios de imagen vanguardista, entre los que se ubicaría un hotel de cinco estrellas y otro de cuatro, cada uno con 200 habitaciones. Habría también restaurantes, un cine, una zona de spa y salas de espectáculo. Era el siete de abril del 2010 y el proyecto de la Ciudad de las Lenguas se presentaba en el ayuntamiento de Castelló, tras el pertinente concurso de ideas. Su plazo de ejecución: cinco años.

Han pasado 11 y en la zona en la que se iba a ubicar, el actual aeródromo, siguen volando los aviones; y el único cambio significativo ha sido la construcción de un párking que en invierno es usado por los autocaravanistas y en verano por los bañistas. De los planes de construir un gran centro cultural y de ocio de referencia nada ha quedado.

Un ejemplo de los muchos que hay en la provincia de proyectos concebidos en otra época, precrisis 2008, en la que estaba permitido soñar a lo grande, en la que el pleno empleo y el constante crecimiento económico actuaba como acicate, y que hoy suenan casi disparatados. Esta es una recopilación de algunos de los más destacados.

Ciudad de las Lenguas

Una inversión de más de 200 millones de euros a aportar entre la Administración y el sector privado. Su función principal era la de ser un centro de enseñanza de idiomas, aunque al mismo tiempo se consideraba que iba a ser un importante activo turístico --"turismo de idiomas"-- para la capital de la Plana.

Imagen del aeródromo de Castelló.

Pese a la recesión que se vivía esos años, el Ejecutivo local insistía en la realización del proyecto, hasta que en el 2014 el Consell decidió suspenderlo, al menos hasta que la situación económica propiciara nuevas inversiones por parte del Ayuntamiento y la Generalitat. Tras la llegada del Botànic a València y del tripartito a la capital en el 2015, nada se ha vuelto a saber de la Ciudad de las Lenguas.

Como anécdota, años después apareció la maqueta arrinconada en una estantería del ayuntamiento.

Maqueta de la Ciudad de las Lenguas, abandonada en un despacho del ayuntamiento. Mediterráneo

Centre de Convencions de Calatrava

Más vanguardia, esta vez de la mano del conocido arquitecto Santiago Calatrava. En el 2008, el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, presentó la maqueta de un conjunto de edificios que estaba concebido para ser sede de certámenes y convenciones, y que incluía una torre de 150 metros. Formaba parte de una actuación mayor, el PAI Mestrets, concebido para revitalizar una parte de la ciudad urbanísticamente deprimida.

Maqueta del Centre de Convencions de Calatrava. Mediterráneo

El coste total del Centre de Convencions era de 90 millones de euros. Calatrava, previamente, cobró 2,7 millones por el masterplan, anteproyecto y proyecto básico. Posteriormente tuvo que declarar como imputado por presuntas irregularidades en el contrato, aunque finalmente la causa fue archivada.

Calatrava, en la Ciutat de la Justicia de Castelló.

Hoy, el PAI Mestrets está anulado --por decisión del Tribunal Supremo, en el 2016-- y, por supuesto, la zona no ha sido sede ni de certámenes ni de convenciones.

Sede de la VIU

No era el único megaproyecto que contemplaba este PAI, ni tampoco el único nombre ilustre. Frank Gehry, el arquitecto del Guggenheim de Bilbao, fue llamado a construir frente al Hospital General el futuro edificio del rectorado de la Universidad Internacional Valenciana, la VIU.

Imagen de archivo de la zona de Mestrets.

De nuevo, fue la difícil situación económica de aquellos años la que obligó tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat a renunciar a sus planes, pese a que ya se había empezado a trabajar en el diseño.

Nuevo Castalia

Era la campaña electoral de las elecciones municipales del 2007 en la capital de la Plana y los alcaldables querían conseguir el voto de los aficionados del CD Castellón.

Con el equipo entonces en Segunda División, el candidato del PSPV, Juan María Calles, propuso la construcción de un nuevo estadio en la avenida del Mar que doblaría el número de espectadores del viejo Castalia. "El estadio no reúne condiciones para que el CD Castellón esté en Primera", indicó. Mucho más lejos fue el candidato del PP, Alberto Fabra --quien consiguió la alcaldía--, al prometer un estadio en el que cabrían 50.000 personas.

Hoy, el CD Castellón sigue jugando en el campo de siempre; y lo hace en Primera, como quería Calles, aunque en la Primera RFEF.

Benicàssim Golf

Los grandes proyectos fallidos no son solo patrimonio de Castelló. Un ejemplo es el PAI Benicàssim Golf, cancelado este pasado mes de julio 23 años después de que se planteara, ante la imposibilidad de que saliera adelante.

Infografía que refleja cómo iba a ser Benicàssim Golf. Mediterráneo

De nuevo, las ambiciones eran gigantescas. Concebido sobre una superficie aproximada de dos millones de metros cuadrados, parte de ellos en el humedal del Cuadro Santiago, incluía, además de campos de golf, hoteles, parques públicos y zonas comerciales.

Cara al futuro, el uso de ese suelo dependerá, en gran parte, de que se le dé catalogación de humedal por parte de la Conselleria, lo que conlleva un mayor nivel de protección.

Mudim de Morella

A imagen de Teruel, que ha sabido aprovechar con el parque temático Dinópolis el tirón que tienen los dinosaurios, la Generalitat valenciana anunció en el 2006 la construcción de un museo paleontológico en Morella, el Mudim.

Se iba a ubicar en la Fábrica Giner y contaba con un presupuesto de más de 20 millones de euros. El objetivo era poner en valor los valiosos restos encontrados en la comarca, con la capital de Els Ports y Cinctorres como las dos grandes áreas de hallazgos, y atraer así a miles de visitantes cada año. Sin embargo, y debido a la crisis económica, en el 2010 se anunció su paralización.