Cómo hacer que el trabajo en el sector turístico, especialmente en la hostelería, sea atractivo para los jóvenes fue la cuestión principal abordada ayer viernes en el Centro de Turismo de Castelló, que albergó una jornada de innovación bajo el lema El factor empleo y la formación en la competitividad turística. Evitar la excesiva estacionalidad y la preocupante fuga de talentos, pulir la formación para adaptarla a las necesidades del territorio mediante la colaboración público-privada y mejorar la reputación de los oficios vinculados al sector fueron algunas de las claves coincidentes entre los ponentes.
La apertura institucional de la jornada corrió a cargo de Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, y Leopoldo Monfort, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Castellón. Colomer avanzó los temas principales que ocuparon la mañana: el convenio colectivo --que sigue pendiente-, la formación y el prestigio del sector. Reivindicó el valor de los trabajos en la restauración, a menudo denostados, --«este sector merece un respeto»- y señaló «el desafío» de ajustar oferta y demanda laboral en un momento de dificultad para encontrar personal en algunos establecimientos. Monfort, en la misma línea, recordó que «pocos sectores como el turismo lideran los más exigentes rankings internacionales».
Las mesas
La primera de las mesas redondas celebrada orbitó en torno al empleo en el sector turístico, con ciertas fricciones entre la patronal, representada por Luis Martí (Ashotur) e Iker Llano (Hosbec), y sindicatos, con Benjamín Sánchez (UGT). «Estamos vivido casi la negociación del convenio en directo», bromeó el moderador, Javier Solsona. Martí tiró de datos para desmontar clichés respecto al sector, tanto a nivel de salarios como de cumplimiento de obligaciones fiscales y apuntó que el convenio podría acordarse antes de 2022. Llano remarcó la importancia de hallar una solución para los meses de baja actividad turística, algo «fundamental» para encontrar estabilidad, y señaló la capacidad de promoción interna como una de las características positivas.
La estabilidad también se trató en la siguiente mesa, vinculada a la formación e inserción laboral, con el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu; Joan Sarrió, de la conselleria de Educació ; Laura Porcar, de la Cámara de Castellón; que desgranaron las políticas de formación y orientación que llevan a cabo; y Francisco Ribera, que explicó el caso de éxito del Gran Hotel de Peñíscola. Ribera señaló algunas fórmulas para superar la falta de estabilidad, como colaborar con instituciones para ofertar formación en esos periodos, o conveniar con otros sectores, como en su caso la agricultura, para intercambiar trabajadores durante todo el año. Insistió, además, en explicar directamente a los estudiantes las bondades de este tipo de oficios.
El caso particular del interior
El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, intervino desde el público para deslizar las particularidades del territorio interior de la provincia, como la despoblación, a la hora de unir la oferta y la demanda en el sector. Fernando Falomir, de Viunatura, empresa dedicada a las actividades en la naturaleza, había explicado anteriormente cómo debía diversificar sus áreas de trabajo para poder atenuar el impacto de la estacionalidad, la necesidad de encontrar «perfiles polivalentes» y señalar la necesidad de trasladar las herramientas públicas al conocimiento de las empresas.
Además de los mentados, también participaron profesionales como Cristina Ródenas, de Michael Page, que apuntó que los jóvenes ya no solo miran el salario a la hora de buscar empleo, sino otros aspectos de bienestar.
