El Gobierno encarrila la legislatura tras conseguir ayer el aval del Congreso a los presupuestos del 2022. Unas cuentas que salieron adelante gracias al apoyo de sus socios de investidura y que recortan la inversión en Castellón en un 14%. En concreto, la consignación del Estado para la provincia asciende a 197,1 millones de euros, 33 millones menos que este año, cuando las inversiones incluidas en las cuentas estatales ascendieron a 230 millones.
Además de que la partida destinada a Castellón es menor, la inmensa mayoría del dinero va a proyectos ya iniciados. PortCastelló y el corredor mediterráneo concentran buena parte de las inversiones, mientras que proyectos pendientes y urgentes como la regeneración del litoral quedan, un año más, olvidados en el cajón. Como también lo hacen infraestructuras como el cuartel de la Guardia Civil de Almassora o la comisaría de Vila-real.
El Gobierno invertirá menos dinero en Castellón (el PP de la provincia ha presentado enmiendas en las que ha reclamado 350 millones para el azulejo) pero a última hora ha habido una pequeña sorpresa. Compromís ha logrado que el Congreso apruebe una enmienda para la creación de un fondo de medio millón de euros para la lucha contra el cotonet, una cantidad que se sumará a la partida de tres millones que la Conselleria de Agricultura pondrá en marcha en 2022 para compensar las pérdidas que han sufrido los productores de la Comunitat como consecuencia de esta plaga.
Una cantidad insuficiente
Los llauradors de Castellón han valorado la iniciativa del diputado nacionalista Joan Baldoví, pero consideran que es una cantidad insuficiente. «Al final los esfuerzos para combatir la plaga siempre vienen del mismo lado. El Ministerio invertirá 15 millones en sanidad vegetal en todo el país y solo la Conselleria destina 26. Y con las ayudas para el cotonet ocurre lo mismo. Tres millones el Consell y 500.000 euros el Gobierno, lo que demuestra su racanería», dice Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors.
Para la asociación independientes de agricultores de Vila-real, medio millón de euros es una cantidad ridícula. «Es muy poco teniendo en cuenta las pérdidas millonarias», apunta su presidente, Víctor Viciedo.
