El mercado inmobiliario de Castellón ya se encuentra en niveles previos a la pandemia, y en algunos aspectos alcanza los mejores datos de la última década. Es el caso de las operaciones de compraventa, difundido semanas atrás, y de las transmisiones de viviendas por herencia. En este segundo caso, el tercer trimestre del año se saldó con 877 operaciones, la cifra más alta desde el año 2007. 

Las notarías de la provincia detectan el fenómeno desde hace tiempo y atribuyen este hecho a dos consecuencias del coronavirus. Por un lado, a la cantidad de asuntos pendientes durante los meses de confinamiento, que demoraron operaciones en marcha que aún se tramitan. Por el otro, el incremento de la mortalidad, especialmente entre las personas de mayor edad, ha supuesto más trabajo en este ámbito. José Vicente Malo, notario de Castelló y tesorero del colegio que agrupa a estos profesionales en la Comunitat, afirma que esta situación «no pasa solo en la provincia, sino que se ha producido en toda España».

En lo que respecta al destino de estas viviendas, la gran mayoría sale al mercado casi de inmediato. La vicepresidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobilaria de Castellón (Coapi), Nuria Marco, detalla que los sucesores «optan por venderlas en un 90%». Esto se explica «porque la esperanza de vida es más alta que hace unas décadas, de modo que los herederos ya cuentan con sus propiedades», a medida que se han independizado y formado una familia y no tienen interés en conservar los domicilios de sus antecesores. Por esto se prefiere la venta.

Liquidez

José Vicente Malo añade otro factor. «Castellón, especialmente la capital, es una zona en la que no abunda la obra nueva, por lo que disponer de un piso o una casa por herencia puede ser una buena oportunidad para obtener liquidez», comenta. Sobre todo en aquellos casos en los que se necesita contar con efectivo para hacer frente a todos los pagos que se derivan de estas situaciones. 

Nuria Marco apunta a que muchas de las viviendas legadas por personas mayores «necesitan de una reforma importante, y por eso los sucesores prefieren vender y que sean los nuevos propietarios los que hagan las adaptaciones necesarias». Entre las excepciones, apunta a gente «que hereda pisos en la zona centro de Castelló y que tiene así una oportunidad de vivir dentro de un área que tiene todos los servicios cerca».

En cuanto al resto de operaciones, desde el Colegio de Registradores indicaron que siguen en niveles altos pero hay incertidumbre por las subidas de costes. 

A vueltas con la plusvalía

José Vicente Malo destaca que en el pasado había más problemas para afrontar el pago de derechos de sucesión. Los cambios normativos aprobados en los últimos años han reducido estos supuestos. «Hasta 100.000 euros por heredero se está exento», apunta. Lo que se debe afrontar de todos modos es la plusvalía, «que estaba vigente antes y ahora». Este pago se ha puesto de actualidad después de la reciente sentencia que lo anuló, seguida de una fulminante tramitación para recuperarlo. «Ahora el contribuyente puede optar, según el real decreto ley entre calcular la base imponible según el anterior sistema de coeficientes o la ganancia patrimonial obtenida, pudiendo elegir el método de cálculo más beneficioso para él. Por otro lado, los ayuntamientos están trabajando parra adaptar el sistema de recaudación del impuesto al nuevo sistema», concluye.