Antonio Latorre, director de I+D+i de grupo Porcelanosa, ha sido uno de los protagonistas de la primera jornada del Ecoforum, el foro de la Economía Circular que se desarrolla en la Universitat Jaume I de Castelló, organizado por el periódico Mediterráneo con la colaboración de la Generalitat, el Ayuntamiento de Castelló, la Diputación y la propia universidad. En su ponencia, Latorre ha analizado las claves de un interesante proyecto pionero para la implantación del uso del hidrógeno verde en el proceso cerámico, una de las posibilidades que se barajan para descarbonizar el sector. "Nuestro crecimiento debe ir a la par del respeto al medio ambiente", ha remarcado.

Latorre ha comenzado su intervención con un breve repaso por la exitosa trayectoria de la compañía. Porcelanosa se fundó en 1973 y es sin duda una de las empresas de referencia del sector, con gran expansión internacional --presente en casi 150 países y con más de 5.000 trabajadores- pero también con especial arraigo en la provincia de Castellón, y siempre en la búsqueda de la excelencia, tanto en el servicio como en el producto. Todo ello teniendo en cuenta una de las máximas de grupo Porcelanosa desde el inicio: "la preocupación por el cuidado del entorno y la preservación del medio ambiente", que han sido una prioridad constante.

Pacto Verde

El director de I+D+i ha puesto en contexto el proceso de descarbonización del sector, señalando varios de los factores que entran en juego dada la evolución del sector en los últimos tiempos. Por ejemplo, ha hecho referencia a la incertidumbre que planea por aspectos como los incrementos de costes energéticos, la problemática con las materias primas o la escasez en los suministros, así como el aumento exponencial de los derechos de emisiones de CO2. Este paisaje se complementa con el Pacto Verde Europeo, llamado a "transformar la Unión Europea en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva".

Entre los objetivos del Pacto se encuentran "el fin de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050" (55% en 2030), que "el crecimiento económico esté disociado del uso de recursos" y que "no haya personas ni lugares que se queden atrás". Latorre ha apuntado el "compromiso" del sector cerámico ("fuerte, líder y consolidado") al respecto, exponiendo datos como la reducción del 28% de emisiones desde el 2011 en el propio grupo Porcelanosa. Eso sí, ha advertido que España, que es el quinto país más productor de cerámica y el segundo que más exporta, va a "luchar contra países no tan implicados" en los asuntos medio ambientales.

Con el mismo tono didáctico, Latorre ha explicado los pasos del proceso productivo cerámico, destacando como etapas especialmente claves en este tema la atomización, el secado y la cocción horno, por su alta demanda térmica. En ese sentido, ha desgranado la estrategia global del grupo Porcelanosa para mejorar la eficiencia y reducir emisiones. Ahí entra en juego el hidrógeno verde, que "jugará un papel fundamental en la descarbonización". "Va a ser el combustible de los próximos años", ha aseverado.

Esta alternativa supone un desafío estratégico enorme para el sector cerámico. A favor cuenta con ser completamente sostenible, universal (útil para varios sectores, industrias y energías), y todo lo relativo a su transporte y almacenaje. Por contra: todavía tiene costes elevados y presenta problemas adicionales de seguridad.

El proyecto

Porcelanosa ha testado el hidrógeno verde a través del proyecto GREENH2KER, un estudio que ha contado, según explicó Latorre, con los siguientes objetivos:

-Disminuir el uso de combustibles fósiles (Gas Natural)

-Reducción de las emisiones de gases efecto invernadero (CO2)

-Incorporación del H2 como combustible en horno

-Optimización y aprovechamiento de energía térmica residual

-Utilización eficiente de la energía

-Uso de energía eléctrica de procedencia 100% renovables

Se trata de un proyecto, con el partner Sacmi, pionero en innovación y desarrollo en el sector, que aborda la descarbonización de la principal fuente de consumo y emisión, que contempla la integración gradual de hidrógeno verde generado internamente, e incluye el uso eficiente del calor generado para subprocesos. Entre otras implicaciones ha supuesto la modificación de los hornos empleados y la utilización de bombas de calor para la reutilización del mismo. Una fuente eléctrica, además, ha sido una planta fotovoltaica instalada en el parking, por otro partner, en este caso Iberdrola.

Conclusiones

En el capítulo de conclusiones, este proyecto pionero ha dejado noticias excelentes y puntos en los que cabe mejora. Latorre ha valorado esta "primera aproximación de hibridación" como adaptación al nuevo marco del H2, una "solución innovadora" que además es "fácilmente escalable y complementaria", y apuesta por la "autosuficiencia energética". En el otro lado de la balanza pesan los elevados costes e inversiones necesarias, los cambios tecnológicos y las bajas reducciones obtenidas (un 22% en el atomizador, 9,6% en el secadero y 7,4% en el horno, con una hibridación 50/50).

"Estamos en el inicio de un largo recorrido que nos lleve a la descarbonización total", ha añadido Latorre. "Es necesaria una red de hidrógeno que abastezca a las empresas", ha concluido el ponente.