Hasta la semana pasada el sector de la hostelería tenía todas sus esperanzas depositadas en las celebraciones navideñas. El ritmo de reservas era similar al de antes de la pandemia, por lo que el sector esperaba que las comidas y cenas típicas de estas fechas les sirvieran como revulsivo tras meses de continuas restricciones y pérdidas millonarias. Pero la coyuntura ha cambiado en pocos días.

La irrupción de la variante ómicron, la preocupante situación epidemiológica en Europa donde la cobertura vacunal es más baja que en España, un mayor número de contagios en la provincia, aunque la mayoría son leves, junto a la implantación del pasaporte covid en el acceso están provocado un goteo de cancelaciones de reservas en bares y restaurantes.

Las anulaciones se están resintiendo más en comidas y cenas de empresa con un elevado número de trabajadores por el temor a posibles casos que lleven al confinamiento de una importante parte de la plantilla. Las reuniones de amigos o familiares con pocos comensales son las que se están manteniendo. De ahí que el sector confíe en poder salvar la Navidad, que es una de las principales fechas de facturación.

Las comidas de Navidad vuelven a estar de moda y llenan restaurantes Mediterráneo

La patronal hostelera

«Una vez pasado este fin de semana, todo el revuelo que genera la implantación del pasaporte covid se vivirá con absoluta normalidad. Esperamos que la Navidad sea como se esperaba, pero es cierto que la enfermedad no da tregua y, lógicamente, estamos preocupados», explicó el vicepresidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Luis Martí. Esta situación de incertidumbre complica y mucho la planificación de los hosteleros a la hora de adquirir el género o contratar de forma extraordinaria a más trabajadores.

El testimonio de los hosteleros

«Estamos teniendo cancelaciones en los últimos días, pero también es cierto que a la vez recibimos nuevas reservas. De momento, la situación va bastante bien», explicó Ramón Ayala del Grupo La Guindilla, que cuenta con conocidos establecimientos en Castelló y Benicàssim.

Más pesimismo hay en el Grupo Brisamar, ya que sus locales suelen albergar celebraciones con más comensales. «Hace una semana las perspectivas eran muy buenas, pero en los últimos días nos están cancelando comidas de las que pagan las empresas de 100 ó 200 trabajadores», lamentó Silvia Franch. «La gente tiene ganas, porque las reservas para Nochevieja van bien, pero no sabemos si vamos a poder salvar la Navidad», aseguró Franch.

La actual situación también preocupa al Grupo Guiuliani’s, que considera que el pasaporte covid sí les está provocando una ralentización en las reservas diarias. «No todas las personas se han vacunado, así que ya hay quien llama para anular. La gente se está retrayendo y vuelve a surgir el miedo, lo que provoca que no se salga a comer o a cenar fuera», destaca Noelia León.

Sin más restricciones

Con nuevos escollos en el camino, la restauración, así como el ocio nocturno confían en que no haya nuevas restricciones que les puedan afectar. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha insistido en varias ocasiones que el Consell no prevé recuperar limitaciones del pasado siempre y cuando no haya nuevos sobresaltos en el control de la pandemia.

Test rápido

De todos modos, el hecho de que en los interiores de los restaurantes con más de 50 comensales se exija el pasaporte covid genera una cierta sensación de seguridad. Además, para poder tener una mayor tranquilidad y evitar posibles contagios, los expertos recomiendan hacerse un test rápido de venta en farmacia antes de asistir a una comida o cena con personas con las que habitualmente no se convive.