La curva de contagios de coronavirus no da tregua a la provincia de Castellón. El repunte de casos es tal que toda la franja litoral se encuentra en nivel extremo de covid-19, con la única excepción de Xilxes. Esto supone que su incidencia acumulada supera los 250 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes.
Según los últimos datos actualizados por municipios publicados por la Conselleria de Sanitat, la única nota positiva es que las poblaciones del interior se libran, de momento, de la propagación del virus.
El incremento se deja notar en Castelló, que suma 849 infectados en los últimos 14 días, disparando su incidencia acumulada a los 487,19 casos por cada 100.000 habitantes. También siguen al alza los positivos en Vila-real que registra 205 y marca una incidencia de 399,66 puntos.
Los contagios en las dos principales ciudades de la provincia constatan este aumento, aunque hay que resaltar que en la mayoría de infectados el virus es asintomático o provoca dolencias leves similares a las de un resfriado común. Se trata en un número elevado de menores de 11 años no vacunados.
Casos al alza
La situación epidemiológica también se complica en el norte de la provincia, al sumar 134 positivos en Vinaròs y 121 en Benicarló. De igual modo, la evolución es negativa en la Plana Baixa, donde Burriana acumula 150 contagios, la Vall 109, Onda 83 o Nules 65.
En la Plana Alta, Almassora contabiliza 110, Benicàssim 82 y Torreblanca 66. También destacan los 43 positivos de l'Alcora.
El virus está bajo control en el interior
En la zona del interior de la provincia, la mayoría de poblaciones se encuentran en la denominada nueva normalidad, es decir, con una incidencia menor a 25 casos por cada 100.000 habitantes, aunque hay algunos municipios en alerta, como Altura con 17 contagios y Segorbe con 33.