Castellón encara la Navidad en alerta 4, es decir, en riesgo extremo, según el informe semanal que elabora el Ministerio de Sanidad por provincias. De todos modos, hay que destacar que, aunque preocupa el empeoramiento de todos los indicadores básicos para medir la evolución de la pandemia, la mayoría de contagios son leves, gracias a la vacunación.
En concreto, de todos los baremos que están disparados, destaca el de la incidencia acumulada a 14 días que roza los 700 casos por cada 100.000 habitantes y la tasa de positividad que escala hasta un 19,5%, cuando debería estar por debajo del umbral del 5% para poder dar por controlada la propagación.
También la presión hospitalaria resulta clave, especialmente, en cuanto a los ingresos en cuidados intensivos. El pasado viernes la ocupación de camas UCI por covid superaba el 28%. En concreto, la provincia tenía hace dos días 111 pacientes hospitalizados, 21 de ellos en estado crítico.
El presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública, Juan Francisco Navarro, explicó que todos los indicadores apuntan a «una situación grave con una variante delta que predomina mucho más contagiosa, con la presencia creciente de ómicron, que multiplica la contagiosidad, por lo que hay que aumentar las medidas porque sino vamos hacia el desastre».