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VENTAS AL EXTERIOR

Los cítricos de Castellón, sin salida a la exportación más allá de Europa

El fin de los aranceles de Estados Unidos no ha supuesto ninguna mejora

El levantamiento de los aranceles no ha supuesto volver a vender cítricos de Castellón a Estados Unidos.

Un año normal para las clementinas y peor en las variedades de naranja, debido a que hay todavía mucha fruta venida de países terceros como Sudáfrica. Este es el balance que hace el presidente de la Asociación Profesional de Exportadores de Fruta de la Provincia de Castellón (Asociex), Jorge García, de la primera parte de la campaña. La estrella de la citricultura castellonense, la clemenules, exporta dentro de unos parámetros considerados como normales, si se tiene en cuenta que en esta temporada hay menos fruta disponible en el mercado y existen mermas a causa de fenómenos como el cotonet o las inclemencias meteorológicas del pasado verano.

Tanto desde Asociex como otras fuentes del sector consultadas coinciden en señalar que la fruta de calidad ha tenido una buena carrera comercial fuera de nuestras fronteras, si bien esos límites geográficos vuelven a estar confinados en el mercado europeo y el Reino Unido. Son numerosas las iniciativas puestas en marcha desde hace años por parte del sector para lograr llevar más lejos a la fruta de la provincia, y ganar así cuota de mercado, pero hay diferentes circunstancias que lo impiden.

Uno de los casos más recientes es el de Estados Unidos. Hasta hace unos años se destinaron considerables recursos para cumplir con la estricta normativa norteamericana en materia de sanidad vegetal. Pero una medida proteccionista tomada por el anterior presidente, Donald Trump, cargando con aranceles estos envíos, cortó el suministro.

El actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, levantó la restricción, pero esto no ha permitido volver a explorar esta posibilidad. Jorge García detalló que cuando un mercado se pierde «es difícil volverlo a poner en marcha, porque es habitual que haya otros competidores que ocupen tu lugar y recuperarlo es complicado». Además, la normativa de Estados Unidos sigue siendo tan estricta como entonces, «con inspectores que venían expresamente desde allí para controlar el proceso desde el origen, pero las dificultades para venir por las restricciones a los desplazamientos a causa del covid lo impidieron», añadió.

En campañas de escasa producción apenas se detecta, pero la reducción de mercados a los que mandar cítricos puede convertirse en un problema si llegan a saturarse de fruta los países más tradicionales. El exceso de oferta hace caer los precios, como ocurrió en la histórica crisis que afectó a los productores a finales de la década pasada. Diversificar los mercados también ayuda a solventar problemas puntuales en determinados países. Algo a tener en cuenta en función de los próximos pasos comerciales del Reino Unido tras el brexit.

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