Los fuertes vientos que alcanzaron ayer los 141 kilómetros/hora en localidades del interior de la provincia como Fredes y la bajada de las temperaturas de hasta 15 grados en menos de 24 horas propiciaron un total de diez actuaciones del Consorcio Provincial de Bomberos en ocho localidades castellonenses. Sin embargo, no hubo que lamentar ninguna persona herida. Las rachas de ventisca y el frío motivaron que se tuviera que activar la preemergencia naranja en el interior castellonense y poner en aviso amarillo a las localidades del sur provincial.
Los árboles caídos centraron los servicios de los bomberos, ya que estos tuvieron que retirar un total de ocho en Bejís, Tírig, Orpesa, Catí, Benicàssim y Caudiel, a los que se sumó un toldo roto de un bar en Benicarló y la recogida de un cartel de publicidad en Peñíscola, tal y como informaron fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos. En la capital de la Plana no se registró ninguna actuación debido al viento, confirmaron desde el consistorio.
Bajada del mercurio
En cuanto a la bajada de temperaturas, la mayor caída se produjo en Vilafranca, que pasó de los 16,8 grados a los 1,7; en Castellfort, de los 15,7 a los 0,7 grados; en Morella, de los 17,5 a los 2,9; o en el caso de la capital de la Plana, que bajaron de los 23,9 a los 13,5 grados.
Para el domingo se prevén hasta -5 grados en la localidad de Vistabella, por lo que el termómetro irá disminuyendo a lo largo de esta misma semana en diversas localidades como Morella, donde se alcanzarán los 3 grados negativos, y en Castelló, los dos grados. «La combinación de temperaturas que han bajado junto a las fuertes rachas de viento acentúan la sensación de frío en el interior norte y zonas altas», tal y como explicaron desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Primeras nieves
La caída del mercurio propició también que ayer aparecieran las primeras nieves en el puerto de Torremiró, en el término municipal de Morella, lo que motivó que dos equipos de quitanieves del Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación tuvieran que realizar una salida hacia las carreteras de Els Ports y la Tinença de Benifassà (Vallibona, Castellfort, Fredes o Castell de Cabres). El objetivo de esta actuación era tirar sal en estos viales ante la previsión de nuevas heladas y la posible presencia de placas de hielo que serían un peligro para los conductores, ratificaron fuentes oficiales a este periódico.
