Las amenazas al personal sanitario por parte de individuos negacionistas están en auge en la provincia de Castellón, lo que ha despertado el rechazo unánime de los profesionales de la salud en un momento marcado por una mayor carga de trabajo por la pandemia en especial en las consultas de atención primaria.

Esta misma semana aparecían diferentes instalaciones de la capital de la Plana con pintadas de antivacunas acusando al personal asistencial de «cobardes» y «asesinos». Un ataque que este miércoles todavía era visible en el acceso al centro de salud Rafalafena de la ciudad y al Hospital Provincial, aunque en este último los propios efectivos lo cubrieron con un papel que rezaba «gracias compañeros».

Desde el Colegio Oficial de Médicos de Castellón condenaron en declaraciones a este diario «las agresiones y amenazas, sean físicas o verbales, a los médicos y personal sanitario, y más en un momento en el que los profesionales, en especial los que trabajan en los centros de salud de atención primaria y las urgencias hospitalarias, tienen una sobrecarga de trabajo». 

Los propios sanitarios cubrieron la amenaza con otro cartel de agradecimiento. DAVID GARCIA

También desde el Colegio Oficial de Enfermería de Castellón, el presidente de la junta de gobierno, Francisco Javier Pareja, valoró que «no podemos más que condenar este tipo de violencia contra el personal sanitario por cumplir con la normativa vigente y los estudios establecidos sobre beneficios científicos que aportan las vacunas contra la enfermedad de la covid-19», sentenció.

También en redes

A la postura de ambas instituciones se suman voces particulares como la del enfermero de la Unidad de Cuidados Intensivos del Provincial Isidro Manrique, quien lamentó después de un turno de 12 horas el acoso que recibe el colectivo por parte de antivacunas: «Me han llamado nazi y canalla en mi perfil de Instagram; incluso me han dicho que quiero asesinar a mi hija por vacunarla», detalló Manrique, a la vez que advirtió del creciente odio hacia los médicos, que se está larvando especialmente en las redes sociales.

Asimismo, más allá de los negacionistas, los sanitarios denuncian además algunas agresiones físicas o verbales ante la difícil situación que atraviesa la atención primaria, por lo que desde el Colegio Oficial de Médicos apelaron «a la sensibilidad de la población para que nos ayude en este tiempo en el que la unión médico-paciente debe presidir las actuaciones a fin de combatir la pandemia».

Penas de cárcel

Además, la institución recordó que dispone de un servicio de asesoría para sus profesionales ante este tipo de violencia. Y es que, según recordaron fuentes jurídicas, cualquier ataque a un sanitario puede ser constitutivo de delito al estar considerado legalmente como autoridad, con sus penas que pueden suponer prisión. 

Ahora bien, no solo los sanitarios están padeciendo las coacciones de los negacionistas. Las recientes amenazas a hosteleros de unos vecinos en Nules contrarios a la exigencia del pasaporte covid-19 son otro ejemplo de estas situaciones que la Policía Local del municipio ya ha trasladado a la justicia para estudiar las posibles responsabilidades.

De hecho, ayer mismo el president de la Generalitat, Ximo Puig, garantizó al sector hostelero y del ocio el apoyo del ejecutivo autonómico en el cumplimiento de esta normativa y abrió la posibilidad de colaborar con la Fiscalía ante coacciones y amenazas procedentes de negacionistas. 

«La Generalitat va a defender a los que defienden la legalidad», manifestó el president, quien añadió que las personas «tienen derecho a pensar de la manera que quieran, pero no obstaculizar el cumplimiento de la ley».

Puig reconoció el esfuerzo de los establecimientos en la implantación del certificado y les lanzó un mensaje claro: «Si tienen algún problema con ciudadanos que les increpan o intentan amenazarles por pedir el certificado covid, que avisen inmediatamente a las fuerzas y cuerpos de seguridad. La Generalitat siempre va a estar a su lado», remarcó el president.