El precio del gas se mantiene como la principal preocupación del sector azulejero. En las últimas semanas se encuentra lejos del pico alcanzado en diciembre, cuando llegó a los 180 euros por megavatio hora, y se mantiene sobre los 80 euros. Aún así, es cuatro veces más caro que hace justo un año, y pese a que apenas se consume gas directo desde Rusia, un posible corte del gasoducto que conecta a este país con el centro de Europa, a consecuencia del conflicto con Ucrania, tendría serios efectos en el mercado global.
La principal potencia de la Unión Europea, Alemania, es pieza destacada en este conflicto, ya que el gasoducto Nord Stream conecta a este país con Rusia, y un corte en el suministro sería uno de los primeros efectos. Habría que buscar energía desde otras partes del mundo, con lo que el aumento de la demanda tendría un efecto sobre unos precios que llevan medio año tensionados, y con la demanda doméstica todavía alta hasta que acabe el invierno y mejoren las temperaturas.
Pese a ello, desde GasIndustrial destacan como punto a favor de España la diversificación de sus suministradores. «Si nuevamente las tensiones en el norte de Europa se incrementaran, disponemos de otros países para aprovisionarnos», comenta su presidenta, Verónica Rivière. Destaca que en el 2021 «un 45,6% del gas a España vino por canalización desde Argelia, Portugal y Francia; y el restante 54,4% lo hizo por barco a las seis plantas de regasificación de nuestro país». Estos barcos metaneros vinieron de Estados Unidos, Nigeria, Rusia, Qatar y Argelia.
Otro conflicto
España ya sufrió previamente otro conflicto, entre Marruecos y Argelia, que dejó sin uso el gasoducto del Magreb. Para compensar esta pérdida, además de incrementar el gas venido en marco se preparan mejoras en el MedGaz, que conecta de manera directa a Argelia con España. Como estaba previsto desde el otoño, a finales de este mes entrará en marcha un turbocompresor que ampliará la capacidad del tubo. Otra cosa será el precio que alcanzará esta fuente de energía.
Sin sustituto a la vista
Desde los años 90, el gas natural es la principal fuente de energía con la que funciona el clúster azulejero y, por el momento, no hay expectativas de tener un sustituto que permita fabricar en las mismas condiciones de calidad y competitividad. Una de las principales alternativas es el uso del hidrógeno verde, pero todavía en fase de investigación y tardará años en aplicarse.
Pese a los condicionantes, esta misma semana se firmaron sendos acuerdos entre la empresa bp y las patronales de fabricantes de cerámica (Ascer) y de esmaltes y fritas (Anffecc) para tratar de acelerar la transición entre el uso del gas natural y el hidrógeno verde. Una de las ventajas sería el uso de energía verde, pero la otra sería la soberanía energética, de manera que no habría que depender de otros países, como ocurre en la actualidad. Un aspecto que fue expresado tanto por el presidente de Anffecc, Joaquín Font de Mora, como por el president de la Generalitat, Ximo Puig.
La puesta a disposición de fondos europeos para la descarbonización de la cerámica será clave para acelerar este proceso y llevar a cabo los cambios.
