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ECONOMÍA

La citricultura ultima un plan que evite la 'pinyolà' y no perjudique la producción de miel

Organizaciones agrarias, cooperativas y exportadores preparan propuestas para que las dos activiadades puedan convivir

Las colmenas tienen que alejarse al menos cinco kilómetros de los campos citrícolas para evitar la pinyolà

Mandarinas libres de pinyols pero sin arruinar al sector apícola. Ese es uno de los grandes objetivos que persigue el documento que están elaborando organizaciones agrarias como la Unió de Llauradors y AVA-Asaja, el Comité de Gestión de Cítricos, las cooperativas, Intercitrus y la Asociación de Exportadores de Fruta de Castellón (Asociex) y que presentarán a la Conselleria de Agricultura la próxima semana. Las propuestas buscan incorporar mejoras al Acuerdo del Consell (antes decreto) vigente en la Comunitat de hace casi 30 años y que prohíbe los asentamientos de abejas a menos de cinco kilómetros de las plantaciones citrícolas. 

Tanto la asociación de exportadores Asociex como la Plataforma per la Dignitat del Llaurador, de la que forman parte 15 ayuntamientos de la provincia, cooperativas y organizaciones agrarias, lanzaban estaba semana la voz de alarma al advertir que la Conselleria estaba considerando no renovar el conocido como decreto de la pinyolà. Una decisión que, en su opinión, provocaría pérdidas millonarias en la citricultura, ya que a causa de la polinización aparecen semillas en los frutos, lo que causa el rechazo del consumidor.

Exportadores y llauradors dirigen sus dardos hacia el departamento de Mireia Mollà pero la Conselleria argumentó que su intención era no renovar el acuerdo porque así se lo pidieron las organizaciones agrarias hace justo un año. De hecho, en enero del 2021, las sectoriales apícolas de la Unió de Llaurados i Ramaders, AVA, COAG o Asaja-Alicante hicieron llegar a Agricultura un plan de viabilidad para el sector y la medida número uno era la eliminación de la prohibición de instalar colmenas en la zona citrícola, por entender que se trata de una medida «discriminatoria» para los productores de miel.

Ahora, y tras las críticas de los agricultores y exportadores de la provincia advirtiendo de las «nefastas» consecuencias de que las colmenas vuelvan a aproximarse a los huertos citrícolas, la Conselleria ha optado por la prudencia y esperará a que el sector citrícola le haga llegar la propuesta antes de tomar una decisión. En cualquier caso, Agricultura insiste en que su objetivo es que los sectores citrícola y apícola lleguen a un consenso que permita la convivencia de las dos actividades. 

Un pulso entre dos sectores

El decreto conocido como de la pinyolà fue elaborado en 1993 y, desde entonces, ha sido prorrogado año tras año. La normativa prohíbe la instalación de colmenas a menos de 5 kilómetros de cultivos de cítricos durante abril y mayo y el objetivo es evitar la polinización cruzada de cítricos. 

Pero, ¿qué es la polinización cruzada? Se trata de un proceso por el que las abejas llevan polen desde las flores de variedades híbridas (que no tienen pepitas) a otras tradicionales (con pepitas) generando que las híbridas den frutos con semillas.

Los productores de miel insisten en que las restricciones de asentamientos en zonas citrícolas les ha provocado pérdidas millonarias y que la Administración nunca les ha compensado por ello. Los exportadores de cítricos, en cambio, insisten en que el peso del sector en Castellón no puede compararse al que tiene el apícola y avisan que si las colmenas se acercan a los naranjos, las clementinas se hundirán.  


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