Con la electricidad a precios de escándalo, las compañías eléctricas daban por sentado un incremento de la picaresca y los fraudes para evitar ahorrar unos cuantos euros en la factura. Pero, al menos en Castellón, los pronósticos no se han cumplido. Al contrario: el robo de luz ha ido a la baja y durante el año pasado solo se detectaron en la provincia 2.000 enganches ilegales, un 19% menos que en el ejercicio anterior.
A lo largo del último año i-DE, empresa distribuidora del grupo Iberdrola, realizó en Castellón 9.300 inspecciones por pérdidas de energía en la red. Gracias a esa labor de control, la compañía identificó algo más de 2.000 anomalías, fundamentalmente enganches y manipulaciones de contadores, aunque en esta cifra también se incluyen algunas incidencias en los equipos de media. O dicho de una manera más clara: la eléctrica descubrió fraude en una de cada cinco inspecciones realizadas y, además, recuperó más de 6.000 megavatios hora (MWh).
Aunque los datos pueden parecer abultados, si se comparan con los de años atrás el resultado es que los intentos de fraude van claramente a menos. «La mejora de los sistemas y la utilización de técnicas analíticas de big data están permitiendo la detección de estas situaciones de forma muy precisa y eficiente», explican desde la compañía. De hecho, se observa una tendencia que explica cómo con menos inspecciones se ha logrado recuperar un volumen superior de energía. Así, y en comparación con el ejercicio anterior, el año pasado se realizaron en la provincia un 15% menos de inspecciones (en 2020 fueron un total de 11.000), se detectaron casi un 19% menos de irregularidades y se recuperó más de un 5% de energía no medida, aunque en este último caso el aumento es también debido a una mayor precisión en los sistemas de la gestión de las pérdidas en los equipos de medida.
Timadores profesionales
Pero, ¿quién tima a su compañía eléctrica para ahorrar en la factura de la luz? En la lista negra de las empresas eléctricas hay un hueco importante para bares, restaurantes y hoteles, pero también para la industria. «El 99% de la energía defraudada en España se origina en el área residencial de gran consumo, el sector servicios y el industrial», describen desde el sector eléctrico. Unos datos que, además, constatan que estas situaciones solo se presentan de forma puntual en viviendas habitadas por familias en situación de vulnerabilidad (el 0,5% de los fraudes).
Las eléctricas constatan que el perfil del defraudador se ha profesionalizado, al igual que la metodología de las empresas distribuidoras, que ya son capaces de detectar el 100% de los engaños.
