La pandemia no ha hecho más que agravar la falta de médicos en la provincia de Castellón. Casi 30 facultativos han pedido en los dos últimos años el certificado de idoneidad para marcharse al extranjero, según datos facilitados ayer por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. La fuga de facultativos no solo se produce a otros países, especialmente, europeos sino también a otras regiones españolas donde las condiciones laborales son más atractivas. Esta circunstancia acrecienta aún más la escasez de médicos para cubrir vacantes o realizar sustituciones.
Y es que la Conselleria de Sanitat tiene verdaderos problemas para poder contratar a más personal sanitario, por ejemplo, para reforzar los centros de salud y agilizar las esperas o aumentar la plantilla de especialistas en hospitales. Las bolsas de empleo de Medicina están agotadas y no hay candidatos.
En concreto, el año pasado fueron 14 facultativos los que solicitaron el certificado de idoneidad, mientras que el ejercicio anterior fueron 15. Unas cifras mayores a las del 2019 cuando solo se contabilizaron cinco.
Este incremento también se observa en el conjunto de la Comunitat. Por ejemplo, en el 2022 pidieron este documento 242, mientras que antes de la pandemia, en el 2019, solo fueron 129. De igual modo, a nivel nacional se expidió el certificado de idoneidad a más de 2.500 médicos, el valor histórico más elevado.
Motivos de la marcha
El responsable del principal sindicato médico, CESM-CV, Víctor Pedrera resaltó que la marcha de 14 facultativos al extranjero en una provincia como Castellón «no es un dato nada desdeñable teniendo en cuenta la necesidad que hay para reforzar las plantillas». Pedrera lo tiene claro. Esta circunstancia responde a las «malas condicionales laborales que ofrece la Conselleria de Sanitat» .
Además, el responsable sindical alerta de que la cifra de médicos que deciden dejar aquí su carrera va a más. La falta de contratos estables y menores retribuciones que en otros países europeos, donde pueden ser tres veces superior, están detrás de que haya profesionales jóvenes que opten por hacer la maleta.
Jubilaciones
De todos modos, Pedrera hizo hincapié en que el problema va más allá dada la urgencia que hay de disponer de un relevo generacional para poder cubrir las bajas que se prevén en los próximos años por la jubilación de los facultativos. Como viene informando Mediterráneo, uno de cada cuatro médicos de Castellón alcanzará la edad de jubilación en 10 años. De ahí que las universidades piden ampliar la oferta de plazas de Médico Interno Residente (MIR) para asegurar las plantillas de facultativos. En la actualidad, las universidades castellonenses, la UJI y el CEU, gradúan alrededor de 150 alumnos de Medicina al año.
Una formación que cuesta 250.000 euros
En esta misma línea se manifestaron desde el Colegio Oficial de Médicos de Castellón que insistieron en que es un problema agravado además con la llegada a la edad de la jubilación de la denominada generación del Baby Boom. Desde la entidad colegial apuntaron que el «éxodo» de médicos a otros países es una tendencia que viene registrándose desde hace un tiempo y cuyos motivos están directamente relacionados con las condiciones laborales de los profesionales.
«Su formación les permite dar el salto, porque el idioma no es un obstáculo, toda vez que la mayoría ya han cursado parte de sus estudios fuera gracias a los programas Erasmus, los vuelos son relativamente baratos y la Administración no les ofrece ni los sueldos ni las condiciones a las que pueden optar en otro país.
«La Administración debe de plantearse si le sale rentable formar profesionales para que se vayan. Formar a un MIR cuesta entre 200.000 y 250.000 euros. Algo que se debe resolver con urgencia. En Castellón, también se nota esta tendencia generalizada, que se refleja en los datos anuales», recalcaron desde el Colegio Oficial de Médicos de Castellón.
