Optimismo moderado. Este es el resumen del estudio presentado por BBVA Research, en el que hace las previsiones para la primera mitad de este año en la economía de la Comunitat. El director del área territorial Este de la entidad financiera, David Conde, detalló que el PIB autonómico creció en el 2021 un 5,4%, para situarse en el 5,2% para el 2022 y moderará la subida al 5% en el 2023. «Crecer en estos números siempre es bueno», detalló.
El responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, detalló que los factores del crecimiento de la economía valenciana en el presente año se sustentarán sobre el turismo, que en el 2021 ya empezó a dar signos de recuperación, y la llegada de los fondos europeos. «Su efecto tiene que empezar a ser intenso a partir de este año», detalló.
Todos estos datos apuntan a una creación de 168.000 empleos en la Comunitat, con lo que la tasa sobre la población activa pasaría del 15,9% del 2021 a una previsión para el presente ejercicio del 14,8% para acabar este trienio con el 12%. Unas buenas expectativas que están sujetas a una serie de riesgos, que Doménech desgranó en «la persistencia de la inflación, ciertas turbulencias de la normalización de la política monetaria, si la desaceleración en China es más brusca de lo esperado o la amenaza de intervención militar en Ucrania».
Otros interrogantes por el coste de la energía, que limita en mayor medida la recuperación de las zonas industriales y supone un reto para su competitividad. En este sentido, Rafael Doménech hizo referencia al azulejo de Castellón, que tiene «este lastre» en sus cuentas. «Los mercados de futuros indican que el precio de la energía se tiende a estabilizar, pero parece que no volverá a niveles del 2020 o comienzos del 2021» mencionó.
Afiliación
El balance del pasado año tuvo a Castellón como zona destacada en diferentes variables. Una de ellas fue la afiliación a la Seguridad Social, en la que la provincia lideró el crecimiento por encima de la media autonómica y nacional. Según el análisis del gasto presencial realizado con tarjetas de crédito, los castellonenses fueron los que más avanzaron en el consumo privado, especialmente en los meses de verano.
Otra diferencia respecto a la tendencia de la Comunitat está relacionada con las exportaciones, ya que la subida de la media autonómica fue moderada, mientras que el tirón de la cerámica y los esmaltes y fritas con destino a este sector fue mucho más intenso.
En cuanto al impacto de la sexta ola del coronavirus, el responsable del informe incidió en que la variante ómicron y los cuellos de botella en la cadena de suministros de la industria «provocarán una desaceleración en el primer trimestre de este año», con la mirada puesta en una remontada a partir de la primavera.
