El velolaser es un radar que, por su pequeño tamaño y por la facilidad con la que se puede esconder, es casi indetectable para los conductores. Este nuevo dispositivo de control de la velocidad empezó a generalizarse en las carreteras españolas en el 2018, y en Castellón fue famoso el caso de un hombre en Vall d'Alba que destrozó uno frente a la Guardia Civil, furioso con la multa que le habían puesto.
Desde las redes sociales, cuentas como SocialDrive alertan de su localización a los usuarios. Y esta mañana han cazado uno de estos radares en Castelló, del que han publicado una imagen en su perfil de Twitter.
Estaba situado en la ronda oeste, escondido detrás de una pequeña palmera de la mediana, a la altura del ecoparque.
El tema de los radares volvió a la actualidad el pasado mes en Castelló, después de que la Concejalía de Movilidad anunciara la instalación de tres nuevos puntos de control. En concreto, Las tres zonas propuestas, de acuerdo con el estudio de los datos de siniestralidad vial analizados desde 2014 son: la ronda Norte a la salida del túnel de avenida Lledó, sentido sur; la ronda Sur a la altura del túnel dirección avenida Valencia; y la avenida Valencia en dirección centro ciudad, antes de la rotonda CS-22. Si se cumplen los plazos previstos, estos radares podrían estar operativos en los próximos meses, en todo caso antes del verano.
Velolaser
Por su pequeño tamaño, los velolaser pueden ser instalados en motos, trípodes, guardarraíles o en cualquier otro lugar que proporcione una base estable para el aparato, como un poste o una señal de tráfico, mediante un trípode.
A diferencia de lo que pasa con otros radares móviles, estos pueden ser controlados telemáticamente desde cualquier dispositivo con acceso a una red Wi-Fi o a red 4G, por lo que el conductor no puede ver agentes ni vehículos parados que pudieran alertar de la presencia del aparato.
