Los cambios a los que se ve expuesta la estructura empresarial en el nuevo tiempo surgido tras la pandemia han centrado las reflexiones del presidente del grupo Simetría, José María Martínez, en su intervención previa a la comparecencia del líder de la patronal española. Ha arrancado sus palabras con un reconocimiento a la labor del presidente de la CEV. «Es algo que Antonio Garamendi ya sabe: en la Comunitat Valenciana nos sentimos muy bien representados con Salvador Navarro»,

Acto seguido ha detallado sus impresiones, que si hace un tiempo se veían como una posibilidad futura ahora forman parte del rabioso presente. La primera de ellas ha estado basada en la digitalización. «Ha dejado de ser algo que se ve venir, lo tenemos ya aquí», ha comentado, puesto que se debe «tener en cuenta a los nuevos consumidores... que son digitales». Aparte de satisfacer a las generaciones más jóvenes, el presidente de Simetría ha expuesto que en un mundo «de exigencia de competitividad global la digitalización es necesaria para mejorar nuestra eficiencia y aproximarnos al requerimiento de calidad de nuestros clientes en la prestación de servicios por el canal tradicional».

Dentro de este apartado ha defendido la necesidad de «crecer el negocio a través de nuevos canales con el uso del comercio electrónico y las redes sociales», así como la ciberseguridad. «Hay dos tipos de empresas: las que ya hemos sido atacadas en algún momento, y las que lo van a ser. La función del empresario es identificar y mitigar riesgos», ha planteado.

La segunda de sus reflexiones ha estado basada en la sostenibilidad, que es «una exigencia social y cada vez mayor de los nuevos consumidores». Ha recordado que la naturaleza «no es una fuente inagotable de recursos», por lo que hay que adoptar medidas de innovación. También ha mencionado la sostenibilidad social, como el «desarrollo de las personas con una calidad de vida adecuada», lo que debe conducir a un «crecimiento económico que genere riqueza equitativa sin perjudicar».

José María Martínez ha reconocido que el «precio de la energía nos hace más difícil esta transición energética y nos impone un reto mayor si cabe». Por último ,ha detallado el papel de las personas. «Al final de cada decisión hay causa o consecuencia en ellas», por lo que cuidar de las personas que trabajan en la empresa «es ahora más que nunca clave. Los empresarios debemos propiciar las condiciones para que el trabajo se desarrolle de manera óptima». Algo que no está reñido «con la exigencia, porque de lo contrario sería paternalismo», ha concluido.