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PREOCUPACIÓN EN LA PRINCIPAL INDUSTRIA PROVINCIAL

La invasión de Ucrania pone en grave riesgo al azulejo de Castellón

El gas natural roza los 200 euros y la energía ya acapara el 50% de los costes de fabricación

Producción de cerámica en una fábrica. GABRIEL UTIEL BLANCO

El 2021 fue el año en el que se batieron todos los récords del sector cerámico de Castellón. La producción creció un 20,3%, las exportaciones aumentaron un 25% y se mantuvo fuerte el ritmo de empleo. Pero hay dos factores ajenos a la industria que ponen en peligro este crecimiento a pesar de la elevada demanda.

Uno de ellos tiene que ver con la generación eléctrica. El gas natural, la principal fuente que necesita la cerámica, ha ganado peso a la hora de producir electricidad, y esto ha disparado su cotización. El 3 de marzo del 2021 se pagaba a 16,5 euros el megavatio hora, y era un mercado estable hasta que comenzó a subir en verano.

Evolución del coste del gas natural. Juan Carlos Gozalbo

El otro factor es la guerra en Ucrania, que ha vuelto a disparar el gas natural. Ayer rozó los 200 euros por la mañana, y la jornada cerró con 147,5. El gerente de la empresa Fanal, Abdón Ibáñez, detalló que en solo un año «el coste de la energía era un 10% del total, y ahora está en el 50%», por lo que en estos momentos «no hay márgenes de beneficio posibles. Hablamos de pérdidas y hay que plantearse si parar o no».

Subir precios

El presidente del grupo Pamesa, Fernando Roig, detalló nada más estallar la guerra que el alza de la energía «nos llevará a pérdidas o a subir precios». Una medida que se puso en marcha en otoño para la mayoría de fabricantes. En el caso de Porcelanosa, encadenaron dos incrementos que sumaron el 15%.

Ahora hay a la vista una nueva ola de subidas, si bien tanto el gerente de Fanal como el secretario general de la patronal cerámica (Ascer), Alberto Echavarría, coinciden en el temor a que el mercado ya no pueda asimilar nuevos ajustes de precio, que además no podrán trasladar a los clientes todos los sobrecostes. «Si se aplicaran del todo, «habrá que duplicar precios, y eso no será posible», incidió Echavarría, por lo que pronto «habrá que tomar decisiones sobre cuánta producción va a parar». Empresas medianas y pequeñas acordaron con sus trabajadores adelantar semanas de vacaciones al comienzo del año, para evitar la presentación de ERTE, pero se teme que dentro de unos meses ya no haya más remedio. Fuentes consultadas mencionan que algunas industrias han iniciado conversaciones al respecto.

Materias primas

La guerra pone en jaque el suministro de materias primas. En los últimos años el producto elaborado con pasta blanca domina al de pasta roja. Para ello, el 70% de arcillas blancas vienen de Ucrania. Fernando Roig reconoció que hay «una gran dependencia para fabricar porcelánico y es preocupante. Tenemos arcillas buenas en España pero los políticos tardan mucho en dar los permisos y tenemos urgencia. En Teruel dentro de unos meses vamos a explotar unas minas, pero en la Comunitat se retrasan. A ver si los políticos se ponen las pilas».

Por el momento hay acopio de materiales por unos meses, pero hay temor a una parada de producción. Los grandes pueden ajustar costes con sus atomizadoras, pero medianos y pequeños, que no tienen atomizadoras propias, deberán afrontar el sobrecoste por el gas y la escasez de material.

Clúster

Además de los fabricantes, el sector también cuenta con otros sectores que nutren el clúster cerámico. El presidente de la asociación de esmaltes y fritas (Anffecc), Joaquín Font de Mora, desea que el conflicto «acabe cuanto antes, pues además de las vidas humanas y la destrucción cerca de nuestras casas supone un duro golpe para la economía europea y mundial». Para este sector, Rusia «es nuestro séptimo país de destino y Ucrania también recibe fritas y esmaltes españoles. Nos preocupa cómo van a afectarnos las sanciones y la operativa bancaria, pues de ello dependerá poder continuar operando y cobrar los pedidos ya servidos y facturados».

Mientras, el presidente de la asociación de maquinaria y bienes de equipo (Asebec), Juan Vicente Bono, expuso que del Este «vienen materias primas y hay temor a que sigan subiendo los precios y un desabastecimiento». Además, comentó que estas situaciones «crean desconfianza y las inversiones pueden resentirse».  

El Gobierno vuelve a ignorar a los gasintensivos de la lista de ayudas

La comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el Congreso de los Diputados para analizar la crisis de Ucrania no aportó novedades respecto a las peticiones de los sectores industriales gasintensivos (como el azulejo) para aliviar el impacto de los costes del gas. El secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, lamentó que ante el escenario bélico «hay mucha incertidumbre y poca capacidad de acción», a diferencia de los sectores electrointensivos, para los que sí que habrá medidas para paliar sobrecostes.

La única medida anunciada fue la prórroga de la flexibilización en las condiciones de los contratos de suministro de gas natural para los consumidores industriales, que ya estaba en vigor. «Nosotros hemos pedido una reducción del IVA, que pagamos al 21% y reducir peajes de acceso, que suponen un 20% de la factura», detalló.


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