Con el combustible a precio de oro, son decenas los conductores de Castellón que estos días ven en las estaciones de servicio low cost una alternativa para llenar el depósito. Y eso explica por qué en algunas estaciones automáticas de la provincia, como la de BonÁrea de Vila-real, se forman larguísimas colas de usuarios que buscar ahorrarse unos euros.
De hecho, y pese a que las low cost también han subido precios, llenar un depósito de 55 litros de sin plomo 95 puede resultar hasta 10 euros más barato que una convencional.
Y mientras las automáticas se colapsan, estaciones como las de bp empiezan a vender el litro de la sin plomo 98 por encima de los dos euros.
Escalada
Una escalada de precios nunca vista y que asusta sobre todo porque se ha producido en un plazo muy corto de tiempo. Y es que acudiendo a los precios de hace apenas una semana, la gasolina estaba a 1,636 euros el litro y el gasóleo a 1,511, lo que entonces eran registros nunca vistos.
Lo peor es que según la opinión de los expertos acercarse al surtidor seguirá siendo prohibitivo durante unos cuantos meses más, dado que las últimas sanciones impuestas a Rusia por la guerra de Ucrania van a tener su efecto directo en los costes de los carburantes.
Pese a que alguien puede pensar que los dueños de las estaciones de servicio van a ser los grandes beneficiados por esta situación, desde la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Castellón (Apes) y también de la Federación Mediterránea de Empresarios de Estaciones de Servicio (Fedmes) explican que esto producirá un descenso de la demanda que perjudicará también a estos negocios.