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Una familia misionera de Castellón, obligada a abandonar Ucrania

David, María y sus nueve hijos han sido recibidos por el obispo de Segorbe-Castellón en su regreso a la capital de la Plana

El obispo recibió a la familia a su regreso a Castelló

El estallido de la guerra de Ucrania ha supuesto la salida forzosa y urgente de muchos españoles para dejar su rutina y volver al país. Entre ellos, muchos misioneros de la Iglesia Católica que se encontraban evangelizando aquellas tierras y predicando las palabras de Jesús.

Es el caso de la familia Rubio Millán que pertenece a la parroquia de Santo Tomás de Villanueva de Castelló (a la cuarta comunidad del Camino Neocatecumenal). David Rubio y María Millán comenzaron hace 24 años en las comunidades neocatecumenales y desde entonces han tenido claro su afán por vivir lo que profesan y celebran en la fe.

La familia misionera de Castellón junto al obispo Héctor Gozalbo

Ahora se encontraban en Ucrania junto a sus nueve hijos: Israel, Josué, David, Juan, Pablo, Francisco Javier, María, Cecilia y Gloria. Su testimonio ha sido triste y duro porque recuerdan la noche del jueves 24 de febrero "al despertarse tras escuchar el estallido de dos bombas muy cerca de su hogar". "Tras ese episodio nos pusimos inmediatamente en acción para huir y regresar a Castellón. Atrás quedan, al menos de momento, 12 años de misión en el país del este europeo", señalan.

El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, les recibió ayer por la mañana (jueves) para agradecerles el trabajo misionero desarrollado en aquellas tierras. En el encuentro hablaron de la situación actual de Ucrania y el Obispo les transmitió "fuerza, ánimo y cercanía". También su oración por la paz en este lugar que sufre ahora la barbarie de la guerra.

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