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la guerra y la inflación RALENTIZAn las reservas pero se confía en un el efecto de última hora

El turismo calienta motores para una Pascua al 75% de ocupación en Castellón

Ashotur y Diputación coinciden en una previsión «mejor» sin llegar aún a las cifras prepandemia. La hostelería rescatará trabajadores de los ERTE en Magdalena y Fallas y precisará más refuerzos

Si la climatología acompaña, las terrazas de enclaves turísticos del litoral, como Benicàssim, volverán a llenarse otra Semana Santa.

A un mes de Semana Santa, empresarios y Patronato Provincial de Turismo de Castellón coinciden en sus buenas previsiones de ocupación turística para esta campaña: un 75% en la costa, una cifra que esperan remonte y se consolide con la demanda «de última hora». En estos últimos días, inevitablemente, las reservas se han ralentizado por el contexto de inflación que atosiga a las familias y la preocupación que se ha generado por la guerra en Ucrania. 

«Será una buena Pascua para Castellón, mejor que la del 2021 y mucho mejor que en el 2020, pero todavía sin alcanzar las cifras prepandemia del 2019», aseveró el vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí. Aunque reconoció que el contexto es «volátil» y la guerra podrá afectar, «aún no sabemos en qué medida, dependerá de su duración e intensidad». Por el momento, las expectativas son positivas «para los distintos productos, destinos y tipos de alojamiento de la provincia». Las casas rurales incluso tienen una previsión del 80%, algo más alta que en el litoral, según el análisis del Patronato Provincial de Turismo.

Gente en el paseo litoral de Benicàssim. ERIK PRADAS

La Pascua en abril, el mes idóneo

«El hecho de que este año Semana Santa sea en abril, cuya dinámica es favorable, está ayudando a las reservas, aunque ahora la guerra de Ucrania provoca cierta incertidumbre en el sector», indicaron desde el Patronato. «Castelló y Benicàssim tienen porcentajes elevados de ocupación en esas fechas gracias a los grupos participantes en eventos deportivos», añadieron. 

Quienes están pensando en pasar la Pascua en la provincia proceden mayoritariamente «de la zona centro y norte de España», indicaron desde Ashotur. En sintonía, el Patronato concretó que «el mercado nacional es el principal emisor, con los clientes que tradicionalmente vienen desde Madrid, Cataluña y la propia Comunitat. Hay un pequeño porcentaje de franceses y casi residual de belgas y holandeses. En Alcossebre sube algo el de ingleses, por la colonia británica y por la liberalización de algunas exigencias sanitarias que se solicitaban tanto desde Reino Unido como en España para viajar durante la pandemia». Por ahora, los alojamientos están lanzando ofertas por venta anticipada y cancelaciones sin costes. Con todo, la escalada energética ha provocado una subida de precios en todos los sectores, «y también en el turismo, pero por debajo del IPC (7,4%), por tanto, a pérdidas». 

Las fiestas de marzo, un revulsivo

En cuanto al empleo, la patronal turística apuntó que las próximas fiestas de Magdalena y Fallas en la provincia serán un revulsivo para la hostelería, que requerirá más personal, por lo que «se rescatarán a todos los trabajadores en ERTE y además se necesitarán más refuerzos. Por ahora, no hemos detectado problemas para encontrar mano de obra», avanzó Martí. 

Bar en fiestas de la Magdalena de Castellón, en una imagen de archivo. Mediterraneo

En uno de los bastiones turísticos por excelencia, Peñíscola, el presidente de Agretur y director del Gran Hotel, Francisco Ribera, detalló que «en los hoteles se prevé que en Semana Santa estén operativas un 80% de las plazas hoteleras de la Ciudad en el Mar, de las cuales ya están reservadas el 70%. Si la guerra no impacta, podríamos acercarnos al 90% de ocupación media o incluso más». Aunque pesará el factor de la guerra en Ucrania, Ribera piensa incluso que la tasa de ocupación podría llegar a parámetros similares a los de la prepandemia. 

Los apartamentos, más 'tocados'

En cuanto a los apartamentos, «es residual el volumen de reservas para uso turístico. Como segunda vivienda, esperamos que se use bastante». Y es que esta semana ya alertaron los empresarios turístico del Club de Producto Introducing Castellón que el terrible conflicto bélico en el este de Europa estaba llevando a cancelaciones en apartamentos. Estos hoteleros ya alertaron que se producirá más competencia entre los destinos nacionales al frenarse la llegada de extranjeros a las islas. Para la patronal Hosbec las anulaciones de viajes a Turquía --próxima al área bélica-- pueden beneficiar a España y a la Comunitat.

La crisis del 2012

Para el portavoz de los hoteleros de Peñíscola, «debido a la guerra podría darse una situación parecida a la crisis del 2012». «La gente que pueda salir de vacaciones reducirá la duración de su estancia por la subida de costes y buscará destinos de proximidad para disfrutar lo máximo posible. Preferirá un lugar lo suficientemente cerca o bien comunicado para regresar a casa si la cosa se complicase», analizó. 

¿QUÉ PREVISIONES HAY DE EMPLEO?

  • Los locales ya abiertos refuerzan su personal

Desde la patronal turística local de Peñíscola, Agretur, valoraron que las actuales empresas --restaurantes y hoteles-- que ya han abierto y están en marcha desde este mes de marzo, «ya están haciendo una clara y fuerte apuesta por incorporar desde ya un determinado número de personal extra para tenerlo retenido».

Consideran que «aunque suponga un gasto mayor a corto plazo, puede convertirse en toda una inversión de cara al verano, para luego no tener problemas en encontrar personal». En opinión de los hosteleros de la Ciudad en el Mar, «muchos trabajadores se han refugiado en empleos más estables en otros sectores externos a la hostelería y el turismo». «Por tanto, el que tenga que retrasar la apertura de su negocio puede sufrir mucho luego en cuanto a encontrar empleados cualificados», indicaron.

  • En Pascua ya no hay moratoria de la reforma laboral

El asesor laboral de Ashotur y presidente de la asociación provincial de ETT, Emilio Pin, apuntó que «para Magdalena los hoteles de la ciudad trabajan con plantillas fijas. Pero hostelería ya busca camareros, cocineros y ayudantes; muchos con contratos de 10 días. «Sin embargo, para Semana Santa ya estarán prohibidos los contratos temporales y tendrán que pasarse a fijos discontinuos. Del 1 de enero al 31 de marzo existía una moratoria de la nueva reforma laboral, pero a partir del 1 de abril ya no. Cada empresa adaptará la duración del contrato a sus necesidades», agregó. A estas alturas, otros años ya se buscaban los refuerzos para Pascua, «pero se pospone a finales de marzo; pues ahora muchos empresarios están a la expectativa», dijo.





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