El Periódico Mediterráneo

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El impacto del encarecimiento en el sector

El alza de costes frena el inicio de obras y deja desiertas licitaciones en Castellón

El acopio de materiales permite por ahora a las constructoras mantener la actividad en los trabajos. Los contratistas denuncian incrementos en ciertas materias primas básicas por encima del 200%

Dos operarios de la construcción trabajan este lunes en un andamio de una obra de un edificio de viviendas situado en la capital de la Plana.

A la espera de conocer la evolución de la situación del alza del coste de los materiales. Así se encuentran proyectos de construcciones privados, sobre todo de promociones de viviendas, pendientes de ponerse en marcha, además de licitaciones que no reciben ofertas.

«Lo estamos viviendo muy mal y no vemos solución a corto plazo a la problemática», resume el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana, Manuel Miñés, el escenario que atraviesan muchas empresas del sector de la construcción por la subida del precio de las materias primas desde hace meses en línea con la energía y a lo que se suma el paro de transportistas, «un golpe más al sector».

Y es que, algunos materiales, según Miñés, han llegado a disparar su precio más de un 200%, afectando el incremento prácticamente a todos los recursos esenciales de la construcción: madera, aluminio, cobre o acero. «De hecho, a modo de ejemplo, entre diciembre y ayer el aluminio se ha encarecido un 49% y el acero un 21%, porcentajes que se suman a la subida que arrastran desde el 2020», concreta el representante de la Cámara de Contratistas.

Todo ello, en la provincia de Castellón, deriva principalmente en obras sin arrancar. El secretario general de la Asociación Provincial de Empresas de la Construcción de Castellón (Apecc), Carlos Gomis, matiza que diferentes empresas «están esperando a ver qué ocurre» para poner en marcha sus promociones. 

Previsores

Sin embargo, por ahora no se han paralizado los trabajos que ya estaban activos en el territorio provincial: «Los constructores hicieron acopio de materiales en previsión de lo que pudiera pasar y, por ahora, no tenemos conocimiento de ninguna obra que se haya parado», detalla Gomis, no sin matizar que «la incertidumbre hace que la situación sea diferente día a día, por lo que esto podría cambiar». Esto ya ha sucedido en otras provincias como la de Valencia, sin ir más lejos, donde sí se han ralentizado notablemente o incluso frenado obras en las últimas semanas a causa del «puntillazo» de dejar de recibir los pedidos que tenían realizados, sobre todo de áridos, por el paro del sector del transporte.

El miembro de la patronal de las constructoras castellonenses añade sobre las consecuencias que están viviendo que «aunque la situación por ahora no es tan traumática como podría ser, existen proveedores que solo te sirven si se paga el material al contado por la subida de los precios».

Sector público

Tampoco se libran de la problemática los trabajos dirigidos al sector público. Gomis cifra en hasta un 10% las licitaciones que han quedado desiertas ya en Castellón por este mismo motivo. Ahora bien, Manuel Miñés, desde la Cámara de Contratistas, prevé que este dato vaya a más por el propio funcionamiento de la administración con los contratos: «Desde que presentas una oferta hasta que te adjudican los trabajos transcurre una media de nueve meses, en los que es imposible en estos momentos que se mantenga el precio de la madera o el aluminio», señala Miñés.

Una cuestión que afecta sobremanera a las compañías más pequeñas: «Las obras pequeñas de las administraciones que suelen asumir pymes no se pueden permitir el lujo de los sobrecostes», critica, a la vez que añade que es por ello que «algunas firmas deciden parar las obras hasta negociar unas condiciones o renunciar a ellas». Algo que tanto desde la Conselleria de Hacienda como la de Educación, consultadas por este diario, aseguran que por ahora no ha llegado a Castellón y sus obras que ya estaban activadas se desarrollan con normalidad.

«Cada trabajo puede ahora convertirse en un pleito por las subidas y esto no es normal, tiene mala salida», sentencia Miñés.

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