La medida estrella del plan de choque del Gobierno para amortiguar los efectos de la guerra de Ucrania, la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible para todos los ciudadanos, choca de frente con la capacidad financiera de una parte importante de las estaciones de servicio de Castellón. Tras leer la letra pequeña de la iniciativa, parte de los empresarios del sector amenazan con no abrir sus puertas este viernes (cuando empezará a aplicarse el bono combustible) porque consideran que no van a poder asumir la financiación del descuento.

De las algo más de 200 estaciones de servicio con las que cuenta la provincia, cerca de la mitad pertenecen a la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Castellón (Apes), mientras que la otra mitad se reparte entre los surtidores de grandes petroleras y las gasolineras low cost. La asociación Apes pertenece a su vez a la Federación Mediterránea de Estaciones de Servicio (Fedmes) que esta mañana se ha reunido en València para analizar la normativa publicada en el BOE. En dicha reunión se ha decidido hacer huelga aunque medida no es definitiva. Los empresarios valencianos están a expensan de lo que decida, entre esta tarde y mañana, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio. "Si la Confederación opta finalmente por cerrar nosotros apoyamos la medida", explican desde Fedmes.

150.000 euros de anticipo por gasolinera

Las estaciones de servicio insisten en que, aunque comparten la rebaja del precio del combustible, la forma en la que se aplicará la medida es "totalmente inasumible" para gran parte de las gasolineras de la provincia. "Para una estación de servicio de mediano tamaño el bono descuento le supondrá adelantar unos 60.000 euros al mes, una cantidad que el Estado tardará dos meses y medio en devolvernos el dinero", explican desde la Federación Valenciana. Y en la práctica eso significa que cada gasolinera deberá anticipar unos 150.000 euros. "La mayoría de nuestros asociados son pequeñas y medianas empresas y no hay pyme que aguante eso. Es un despropósito", añaden.

Las gasolineras de la provincia ven inviable la medida diseñada por el Gobierno y consideran que hay alternativas. "Defendemos una rebaja del IVA del 21 al 10% y todavía queda margen de entre 2 y 4 céntimos para rebajar el Impuesto de Hidrocarburos", describen. Otras opciones, siempre según las estaciones agrupadas en Apes, sería que fueran las petroleras las que adelanten parte de los fondos o que el Gobierno financiara a las gasolineras por adelantando. "Hay muchos caminos y se ha elegido uno que es totalmente inasumible".